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1994, el año en que vivimos en peligro

PATRICIO DE LA FUENTE

Ayer, primer día del año, se cumplieron dos décadas del levantamiento armado del EZLN, y la irrupción en la escena internacional del subcomandante Marcos, un guerrillero de enorme cultura y prosapia, mordaz hasta la médula en sus aseveraciones y juicios, quien a través de su prosa retórica e incendiaria, puso en jaque los sueños de gloria del salinismo, y evidenció los fracasos colectivos en materia de justicia social hacia nuestras etnias indígenas, largamente olvidadas.

Hace veinte años, Marcos se cuestionó y nos cuestionó a todos con preguntas difíciles y lacerantes respuestas, sobre aquel México cuyo sistema político y empresarial, se jactaba de haber dado el difícil salto a la modernidad, al tiempo que millones carecían de lo elemental para subsistir. "Marcos somos todos", gritamos al unísono, porque en nuestro fuero interno, supimos que tenía razón.

Pidan perdón y se les perdonará por sus acciones, dijo Carlos Salinas de Gortari aludiendo al conflicto armado y lo que calificó de actos vandálicos, y fue entonces cuando Marcos y el EZLN, reviran con una carta sin desperdicio, su respuesta al Gobierno de la República, que comienza más o menos así:

"¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los que, durante años y años, se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra, que acabamos por dejar de tenerle miedo?"

A la distancia, pasados veinte largos años, recuerdo y todavía me cala la angustia y el miedo, a 1994 como el año en que vivimos en peligro tras una sucesión de eventos inesperados que dejarían la conciencia colectiva de los mexicanos, en estado de shock. En enero de 1994 el EZLN se levanta en armas contra el establishment, luego las conversaciones de paz y el creciente protagonismo de la curia representada en la figura de Samuel Ruiz, Obispo de San Cristóbal, y Manuel Camacho Solís, vocero de Salinas, quien se apropió de los reflectores que bien a bien, nunca alumbraron del todo al entonces candidato a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio.

En marzo, el 23 justamente, Colosio es asesinado, el sueño y lo que representaba quedan truncos, acéfalos, huérfanos y, meses después con la vida de José Francisco Ruiz Massieu, también terminan de forma vil y artera. Hacia diciembre del 94, por si fuera poco, ocurre una estrepitosa devaluación de la moneda tras la salida de capitales y la baja en nuestras reservas, que comenzara desde principios de ese año.

Mil novecientos noventa y cuatro, las etnias indígenas y las preguntas incómodas que hace veinte años hiciera el subcomandante Marcos, siguen ahí, vigentes y sin respuesta. Por avatares del destino y circunstancias que nunca conoceremos a fondo, la lucha del EZLN perdió bríos y Marcos, se eclipsó, perdió el interés, convirtiose en un ser ciclotímico y enigmático que de forma errática aparece y desaparece, pero cuyos motivos se extraviaron. Las etnias, olvidadas, así siguen veinte años después.

El EZLN lanza un nuevo comunicado, ahora, donde califica de escandalosa, impúdica y sin recato, la promoción que de sus supuestos logros realiza Manuel Velasco, el joven gobernador de Chiapas, dilapidando la frilolera de ciento treinta millones de pesos en presumirse de cuerpo entero y gritar, a los cuatro vientos, su romance con Anahí, otra estrella más del canal de las estrellas. Así que poco, en forma y fondo, ha cambiado desde el alzamiento indígena de hace veinte años.

El PRI volvió al poder, Chiapas sigue siendo uno de los estados más pobres del país, cuyo gobernador no tiene empacho en tirar el dinero en estupideces. Marcos duerme la mona y fuma desde la hamaca, su pipa. Del EZLN se habla poco y los indígenas aparecen en una foto cargando a Manuel Velasco, el joven tlatoani, como se hacía hace veinte, hace cincuenta, hace muchísimos años.

Eso sí, seguimos a la espera de que la Revolución y sus hijos, le hagan justicia a los olvidados. Igual y con la Cruzada Nacional Contra el Hambre, Chayito Robles los saca de su postración. El PRI, decía una publicidad de aquellos tiempos aludiendo a Zedillo, "Sabe cómo hacerlo"…

Twitter @patoloquasto

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