El "subcomandante Marcos", dirigente del rebelde Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), prometió hoy que la lucha de su grupo continuará 20 años después de su surgimiento en el sureste de México, y sugirió que prepara nuevas acciones para el año entrante.
En un extenso comunicado a propósito del 20 aniversario del alzamiento armado que se cumple el próximo 1 de enero, el portavoz del grupo afirmó que "para las encapuchadas y encapuchados de acá, la lucha que vale no es la que se ha ganado o perdido, es la que sigue, y para ella se preparan los calendarios y las geografías".
"No hay batallas definitivas, ni para vencedores ni para vencidos. La lucha seguirá, y quienes ahora se regodean en el triunfo verán derrumbarse su mundo", aseveró.
A los simpatizantes del movimiento dijo que los zapatistas luchan "por ser mejores, y aceptamos cuando la realidad nos dice que no lo hemos logrado, pero no por eso dejamos de seguir luchando".
"Probablemente esté equivocado, y alguien me diga que el sentido de toda lucha es perdurar en la historiografía, la historia escrita o hablada, porque es el ejemplo de los muertos, su biografía administrada, la que motiva a los pueblos a luchar, y no las condiciones de injusticia, de esclavitud (que es el nombre real para la falta de libertad), de autoritarismo", abundó.
Sobre el gobernador del sudoriental estado de Chiapas, Manuel Velasco, aseguró que el político ha gastado "más de diez millones de dólares en una campaña publicitaria nacional que no por masiva y costosa es menos ridícula... e ilegal".
Sin referirse a él por su nombre, añadió que el "autodenominado gobernador", del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), "pone a los turistas anteojeras para que no vean a los paramilitares, la miseria y el crimen de las ciudades chiapanecas".
El vocero rebelde remata su comunicado con la frase "El Sup preparándose para...", refiriéndose a él mismo con el apodo con que algunos medios lo denominan.
El EZLN surgió a la luz pública en Chiapas como un grupo guerrillero el 1 de enero de 1994 para exigir mejores condiciones de vida para las comunidades indígenas marginadas.
Después de entrar a un accidentado proceso de negociaciones finalmente rompió relaciones con el Gobierno mexicano, y en los últimos años ha reaparecido periódicamente en los medios de comunicación, principalmente a través de los comunicados de "Marcos".
