Caso. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública destacados en Iztapalapa habrían participado en la fabricación de un delito contra un hombre.
El viernes 20 de septiembre, policías del Distrito Federal "destruyeron" la vida de Guillermo Verduzco, de 40 años. Así describe él las consecuencias de su detención que, según el titular del Juzgado 59 de lo Penal, no debió ocurrir porque no existió el delito que lo llevó casi tres meses a la cárcel.
Guillermo abandonó el Reclusorio Oriente el 13 de diciembre pasado después de una larga lucha que su familia emprendió para demostrar su inocencia después de que las patrullas 4628 y 4604 de la policía auxiliar del Distrito Federal lo detuvieron por presuntamente ser responsable del asalto con violencia a Víctor Alberto Martínez Bohórquez, quien además de contradecirse en su declaración sobre cómo ocurrió el supuesto robo, nunca pudo comprobar la propiedad del celular Nextel que supuestamente le quitaron.
Según los abogados Estíbaliz Saénz y Juan Rivero Legarreta, el caso estuvo lleno de irregularidades, primero porque se hizo una detención y la remisión de una persona después de que un denunciante dijo a policías que le robaron un Nextel, pero "el Nextel no apareció en ninguna parte desde que comenzó el caso".
"Dos, el Ministerio Público recibió una denuncia e inició un proceso, pero nunca le pidió al denunciante que acreditara la propiedad, la falta posterior del objeto o un documento que acreditara que existía el Nextel y tres, el juez recibió un expediente e hizo una valoración probatoria contraria a derecho, sin tomar en cuenta los testimonios de cuatro testigos que acreditaban que Memo estaba a la hora del supuesto asalto trabajando frente al mercado, pero sí tomó en cuenta una declaración llena de contradicciones de un muchacho que primero dijo que lo asaltaron con una llave china y luego declaró que le enterraron un cuchillo, aunque no tenía heridas y el cuchillo nunca apareció", dijeron los defensores en entrevista.
Pero además de estas irregularidades, en el juzgado 55 en donde inicialmente se tomó el caso, en diversas ocasiones se difirieron las audiencias para revisar la situación de Memo porque, tanto el denunciante como los policías involucrados no se presentaron.
"Y mientras diferían audiencias, una persona seguía en la cárcel, esperando que en el juzgado 55 hicieran su trabajo, hasta que ese juez se declara incompetente y finalmente se resuelve en el 59".
Diana Verduzco, hermana de Memo, dice que conforme pasaba el tiempo él se desesperaba más y no dejaba de decir que vivía "un infierno", lejos de su casa, sus amigos y sus labores cotidianas como eran hacer mandados y lavar coches.
Ya en el juzgado 59, Memo se careó el 10 de diciembre con el único policía que se presentó a la audiencia, quien primero se presentó como uno de los que realizó la detención, pero después dijo que "vio de lejos los hechos".
"Cuando se logra celebrar una audiencia, con casi tres meses de Memo en la cárcel, en un careo Memo le dice al policía 'yo no tengo nada que decirle a usted porque no lo conozco, usted nunca me había visto, usted no me detuvo'; lo que provoca que el policía cambie su declaración", explican los abogados.
Tres días después, el juez dictaminó que no existía el cuerpo del delito, que no había forma de sostener la acusación y que Memo debía salir libre por absolución. Sin embargo, los policías que lo presentaron como responsable de robo, no recibirán ninguna sanción.
Por ello, Diana Verduzco dijo que prepara una denuncia por daño moral. "No basta con un 'usted perdone', nunca hubo delito, nunca hubo pruebas, nunca hubo caso, pero mi hermano pasó tres meses en la cárcel, perdió su casa y ahora siente que le destruyeron la vida".
La hipótesis de la familia es que la detención de Memo obedeció a un intento de despojarlo de la casa en la que vivía solo desde hace siete años, pues casi cuatro horas después de la detención del 20 de septiembre, un grupo de personas a bordo de tres autos y en compañía de la patrulla de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal con placas 03177 llegaron a su domicilio y, según consta en la denuncia interpuesta por uno de los vecinos, "intentaron trozar el candado" para ingresar a la casa, argumentando que eran los "nuevos dueños" del inmueble "porque estaba abandonado".
Desde el mismo 13 de diciembre que Memo dejó la cárcel viajó a Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde además de Diana vive el resto de la familia Verduzco.
El hombre de 40 años ya no pudo regresar a su casa, pues el tiempo que permaneció en la cárcel diferentes patrullas -incluso las mismas que detuvieron a Memo-continuaron dando vueltas frente al inmueble, lo que para Diana implicó una amenaza
