Ya que saltaron los tres primeros chapulines de la corte del virreinato de la provincia interna de Coahuila, comienzan las apuestas sobre quiénes serán los próximos. Como ya habían adelantado nuestros subagentes, esta semana se anunció la salida de los jefazos de Educación, Chema Fraustro; de la Secretaría de la Mujer, Sonia Villarreal, y de la Juventud, Verónica Martínez, para ir a contender por una hamaca, perdón curul, en el H. Congreso del Estado. Y mientras el gober Rubén Moreira busca cómo llenar estos huecos, ya se perfilan otros cambios en la corte.Desde hace varias semanas nuestros subagentes disfrazados de escritorios embargados nos vienen informando de la posibilidad de que Armando Luna deje la Secretaría de Gobierno para buscar la candidatura del partido de los tres colores a una diputación local.
La idea es que don Armando se convierta en el alfil del gober en el Palacio Legislativo de la urbe de adobe, aunque por lo pronto se diga que no habrá cambios en la secretaría. Como quiera que sea, en los corrillos de palacio ya se oyen nombres de quiénes pudieran sustituir a Luna. Entre esos nombres aparece, como ya lo habíamos dicho, el actual secretario de Desarrollo Rural, Noé Garza Flores, quien, dicen, anda muy pegado al gober. Pero otro nombre ha comenzado a sonar despertando el azoro de propios y extraños, pues se trata nada más y nada menos que del todavía jefazo torreonense, Eduardo Olmos, aunque usted no lo crea. Más allá de las interrogantes obvias, lo cierto es que ya fue convocado para que, una vez dejada la silla chueca de la alcaldía de la Perla de la Laguna, pase al Palacio Rosa a ver en dónde se le puede acomodar. Por lo que, seguramente, su estatus de vivir en el error no será muy prolongado.
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Quien parece que ya comienza a despedirse de su actual cargo es el jefazo federal de Agricultura y Ganadería, Enrique Martínez y Martínez. Al también exgober coahuilense y alguna vez suspirante de "la grande", se le soltó la lengua recientemente en un acto público que fue grabado por un medio de comunicación nacional. Entre otras cosas, don Enrique dijo que estaba cansado del "monstruo" de la burocracia y sus "telarañas" que impera en la administración federal y que impide que los apoyos lleguen oportunamente a los amolados y estoicos campesinos. También dijo que el burocratismo prácticamente le ha hecho su oficio imposible y que a todo lo que solicita a funcionarios de primero, segundo "y hasta quinto nivel" le dicen que "no se puede, señor secretario". Parece que don Enrique apenas se dio cuenta de cómo caminan las cosas en este hermoso país de folletín. Lo cierto es que al jefazo del mundo rústico mexicano no le ha ido muy bien que digamos en la encomienda y sus fuertes declaraciones podrían entenderse como un lavatorio de manos frente a los resultados de su secretaría o una amarga despedida de su aventura en el gabinete federal. ¿Será?
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Y ya en las arenas de la grilla local, a propósito de la "luna de miel'' que ha tenido estas semanas el próximo capataz de Torreón, Miguel Riquelme, con organismos de la sociedad civil, nuestros subagentes disfrazados de saleros escondidos nos cuentan con aire morboso de la cara de susto que pusieron algunos de los integrantes del grupo "Laguna por Ti", que convocó a la reunión con el futuro jefazo el lunes pasado. Resulta que don Miguel, aparte de presentarles su bonito catálogo de promesas y ensueños para los primeros cien días y de pedirles su apoyo para avanzar constructivamente (no se ría, así dijo), en lo relacionado con el sistema de aguas les habló de algunas "medidas'' drásticas que se tomarán contra "algunas personas que detectamos que se están robando el agua, vía medidores arreglados" (¡sopas!). Don Miguel les platicó de algunos casos de restauranteros que tiene bien documentados y que incluso ya fueron invitados, muy "amablemente", a ponerse al corriente en sus pagos. A los empresarios asistentes les pidió "nada más" que paguen sus impuestos ya que esa es la mejor ayuda que le pueden dar, según dijo. Las miradas de los asistentes se cruzaron y uno que otro no pudo evitar sonrojarse.
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Al que le dieron una segunda oportunidad de seguir cobrando en la nómina hasta el último día de la administración municipal es a Luis Fernando Gallardo Amador, hacker oficial del Ayuntamiento, que ahora navega las cloacas virtuales del sistema de aguas desde el área de Informática. Pero don Luis no tardó en enseñar el cobre y ya anda haciendo travesuras. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de cables arrumbados que el señor Gallardo trató de aplicar en su nueva chamba la táctica que hizo famosa en la Tesorería de bloquear los sistemas de cómputo para, dicen, obligar a que les compraran a sus amigos proveedores. Así pues, esta semana el Simas empezó a sufrir ruidos extraños, apagones, caídas y bloqueos atípicos y luego de ciertas averiguaciones que hicieron nuestros subagentes descubrieron que todo apunta a don Luis. Pero él, al igual que lo hizo anteriormente, afirma que hay "muchas fallas por lo viejo de los equipos" y, otra vez, misteriosamente resultó ser el único con clave para desbloquear el sistema de Internet que en estos días se descompuso más que una bomba de agua en temporada alta. Las miradas de desconfianza hacia Gallardo Amador abundan en la empresa de aguas, y no sólo por lo anterior, sino que además, cuentan que es aficionado a husmear en sistemas, procedimientos de trabajo y hasta los domicilios personales de los empleados, cosa que hace desde que se presenta en la oficina, a la cálida de las 12 del día.
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Y ya que andamos en las cloacas del Simas, nuestros subagentes disfrazados de tuberías rotas nos informan que luego de que aspiraba a quedarse como gerente interino con la salida de su expatrón, Jesús Campos Villegas, Luis Vallejo Moreno muy ufanamente empezó a ocupar hasta su oficina y a dar instrucciones a todos. Pero ante la llegada de Xavier Herrera, contralor y cuasi jefe de la empresa de aguas, y con los rumores cada vez más fuertes de que éste será "el ungido" para ocupar la gerencia general a partir de enero, como que las cosas cambiaron radicalmente para el señor Vallejo. Ahora, el exconsejero y apagafuegos de Campos no encuentra su lugar, le desmembraron su staff de colaboradores cercanos y despacha en un rinconcito de la Sala de Juntas, casi con un pie fuera del edificio del sistema de aguas. ¿Habrá alguien que lo rescate del naufragio de vivir fuera de la nómina?
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Otro que sigue haciendo travesuras en la agonizante administración de don Lalo, es el jefazo de Obras Públicas, Miguel Algara, alias "El Ausente", quien sólo aparece cuando hay "negocillos" por hacer. Nuestros subagentes disfrazados de "máistros" dicen que don Miguel se anda dando su taco con los constructores contratistas del ayuntamiento de Torreón para que se agilice el pago de los múltiples adeudos que tiene la autoridad por obras. Los empresarios acreedores andan muy apurados porque el Gobierno local ya está a punto de bajar la cortina y nada que les pagan. En un acto de fe ciega, han acudido con Algara a pedirle que les resuelva el trámite, pero dicen que la única respuesta que han tenido del travieso jefazo de Obras Públicas es: "pónganse la del Puebla", es decir, que mochilas con su comisión. Las malas lenguas que ni de noche callan aseguran que don Miguel anda haciendo su agosto en pleno diciembre convencido de que no será de los sobrevivientes de la nómina una vez que cambie la administración, por lo que se estaría cobrando su "bono de marcha".
