El Gobierno de Cuba ordenó la búsqueda y captura del empresario mexicano Alfredo Capetillo, quien tiene plazo de una semana para comparecer ante la Fiscalía, acusado de cohecho.
Capetillo debe presentarse antes del 26 de diciembre ante la Fiscalía o será declarado "en rebeldía", dijo ayer jueves una Requisitoria publicada en la Gaceta Oficial.
Con fecha 16 de diciembre de 2013, la orden está firmada por Carlos Martínez, integrante del Órgano de Instrucción del Ministerio del Interior, quien tiene a su cargo la investigación sobre el ciudadano mexicano.
El delito que se le imputa a Capetillo, de 57 años de edad, está "previsto y sancionado en el artículo 152.4 del Código Penal de la República de Cuba", de acuerdo con el documento.
El imputado, con pasaporte número 0619005987 según la Fiscalía, era representante en Cuba de la firma extranjera International ABC Import-Export, dedicada al comercio mayorista en el sector del turismo.
La Requisitoria exhorta a todas las autoridades y sus agentes a realizar las gestiones pertinentes para la búsqueda, captura y presentación de dicha persona, "apercibiéndola que de no ser habida en el término dispuesto, se le declarará en rebeldía".
El procedimiento de Requisitoria está establecido en el artículo 442 y siguientes de la Ley de Procedimiento Penal.
Según el Código penal cubano, comete cohecho "quien dé la dádiva o presente, o favorezca con cualquier otra ventaja o beneficio, o haga ofrecimiento o promesa al funcionario para que realice, retarde u omita un acto propio de su cargo".
El presidente Raúl Castro, quien creó una Contraloría General, impulsa una campaña contra la corrupción que ha llevado a juicio y condenado a decenas de directivos de empresas cubanas y algunos representantes de compañías extranjeras.
En 2011, la Fiscalía cubana juzgó en ausencia a los empresarios chilenos Max y Marcel Marambio, quienes fueron condenados a 20 y 15 años de cárcel, respectivamente, acusados de "corrupción administrativa".
Max Marambio, un exmilitante de extrema izquierda, era socio del Estado cubano en la empresa de alimentos Río Zaza y fue guardaespaldas del extinto presidente chileno Salvador Allende y otrora cercano al líder cubano Fidel Castro.
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