Dos mujeres de origen colombiano, hospedadas en un hotel de Cancún, fueron víctimas de una extorsión virtual, al ser orilladas a depositar 25 mil pesos a una cuenta bancaria y realizar diversas recargas telefónicas, por un monto de dos mil 500 pesos, informó este lunes la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo.
Madre e hija fueron auxiliadas por un taxista, quien las llevó a un retén de la Policía Federal, ubicado cerca del Aeropuerto Internacional de este centro turístico. Personal del Consulado les brindó apoyo para interponer su denuncia ante el Ministerio Público, se indicó.
La Procuraduría dio a conocer a través de un comunicado, que a las 11:05 horas de este lunes, se tuvo conocimiento en el número de emergencias 066, de que una huésped, identificada como E.L.N. de 46 años y originaria de Colombia, dejó un vehículo rentado en el estacionamiento del hotel Hacienda de Castillo.
Ahí, agentes de la Policía Judicial del estado, entrevistaron a un empleado del centro de hospedaje, quien confirmó que había dos mujeres ahí hospedadas, que desde el sábado pasado abandonaron la habitación, dejando en el hotel un vehículo con placas 22-91 TRR, color gris.
De acuerdo con el testimonio de otro empleado, se supo que ambas mujeres dejaron el hotel a las 00:00 de aquel sábado; una de ellas salió en busca de un taxi.
Sobre los hechos, E.L.N dijo a las autoridades que ese sábado se encontraban durmiendo. Eran las 23 horas en promedio, cuando le llamó una mujer desconocida, quien le dijo que se había presentado un problema, el cual le sería expuesto por una segunda persona.
Al teléfono estaba ya un hombre, quien le informó que se realizaría un supuesto operativo en el hotel y que le daría instrucciones para mantenerla a ella y a su mamá, a salvo.
Le pidió entonces que saliera a comprar en cualquier tienda OXXO, un teléfono celular, a lo que la turista accedió; luego le pidió que sacara del hotel a su mamá y que la llevase a otro centro de hospedaje, en la zona centro de la ciudad.
La víctima declaró que comenzaron a amenazarle, diciéndole que la tenían vigilada; después de hacer recargas telefónicas por dos mil 500 pesos y de depositar 25 mil pesos a una cuenta, pidieron auxilio al taxista con el que se estuvieron moviendo, quien fue el que las llevó al retén de la Policía Federal.
