Entre gritos y acusaciones de los diputados de izquierda y tras 20 horas de discusión, ayer fue aprobada la Reforma Energética en lo particular por el pleno de la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
La reforma, que contempla la apertura del sector energético del país a la inversión privada, fue aplaudida por diarios internacionales, sobre todo estadounidenses, quienes, por separado, señalaron que la modificación aprobada "podría revolucionar la industria del petróleo en América del Norte y transformar a la región en una potencia".
Al grito de "¡traidores!", los legisladores de izquierda manifestaron su rechazo a la decisión que tomaron sus colegas del partido oficial, PRI, y del partido de la derecha, PAN. En respuesta, los priistas y panistas gritaron: "¡México, México, México!". La votación fue de 353 votos a favor y 134 en contra de los artículos reservados.
La sesión se realizó en una sede alterna al Salón de Plenos de San Lázaro debido a que diputados de izquierda tomaron el recinto parlamentario hasta poco antes de que se realizara la votación del dictamen en lo particular.
En la discusión, el diputado del PRD, Antonio García, se quitó la ropa en protesta por lo que llamó "despojo a la nación".
