Las dos Salas de la Suprema Corte de Justicia cerraron 2013 con la mayor carga de casos pendientes de su historia reciente.
Los presidentes de ambas Salas rindieron ayer sus informes anuales ante el Pleno de la Corte, y reportaron que iniciarán 2014 con 834 asuntos pendientes de sentencia.
Lo anterior significa 42 por ciento más que al cierre de 2012, y 360 por ciento más que en diciembre de 2005.
El congestionamiento en las salas refleja que la Corte sigue resolviendo gran cantidad de asuntos que no son propios de un tribunal Constitucional, como contradicciones de tesis entre tribunales colegiados, incidentes de inejecución de sentencias de amparo, y otros recursos que no implican interpretar la Carta Magna.
A ello se suma la nueva Ley de Amparo, vigente desde abril, que ha elevado el número de asuntos que se litigan ante los tribunales federales, una porción de los cuales terminan en la Corte, donde 10 ministros y dos Salas con 42 sesiones por año se hacen cargo de la mayor parte de los expedientes desde 1995.
Si bien ahora existen los Plenos de Circuito para resolver contradicciones entre tribunales colegiados del mismo Estado, la Corte sigue recibiendo gran cantidad de contradicciones -488 en 2013- porque le tocan las que involucran a tribunales de diversos circuitos.
Jorge Pardo, presidente de la Primera Sala, y Sergio Valls, de la Segunda, no consideraron el rezago como tema relevante, sino que, fieles a su estilo personal, se enfocaron en detallar la estadística y los asuntos relevantes del año.
Ambos destacaron el efecto que las reformas constitucionales sobre derechos humanos, amparo y justicia penal tienen sobre la actividad judicial.
"Si no hay justicia transparente, eficaz, que responda a la necesidad del ciudadano de tener certeza sobre la protección de sus derechos y bienes, no se cumple con el mandato que los mexicanos han conferido a sus gobernadores", dijo Valls.
El protagonismo de la Primera Sala fue notorio, e incluyó casos como los de Florence Cassez, Rafael Caro Quintero, la matanza de Villas de Salvárcar y el Acueducto Independencia.
Destaca el bloque monolítico que, en dicha Sala, integran los ministros Arturo Zaldívar, Alfredo Gutiérrez y Olga Sánchez Cordero, quienes se han impuesto en casi en todos los asuntos importantes, en varias ocasiones sobre Pardo, y en muchas más, con el voto en contra de José Ramón Cossío.
En la Segunda Sala, destacó la revocación de un amparo que condenaba a la CFE a fungir como patrón sustituto de los extrabajadores de Luz y Fuerza, así como amparos para que la SCT revisara de nueva cuenta las solicitudes de prórroga de concesiones presentadas por Grupo MVS.
Corte ve reto en Reforma Penal
México vive un momento histórico ante los desafíos que representan para el país las reformas constitucionales en materia penal y derechos humanos, ya que significan un cambio jurídico-cultural, por lo que se está ante el inicio de un camino "complicado" en el proceso de evolución hacia el nuevo sistema de protección en materia de garantías, en el que las instituciones del Estado deben adecuarse al cambio que exige la sociedad.
Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Jorge Mario Pardo Rebolledo y Sergio Valls Hernández fijaron así su posición en torno a los retos jurídicos que enfrenta hoy el país, al rendir sus informes de labores en su carácter de presidentes de la Primera y Segunda Sala, respectivamente.
Ante el pleno del Alto Tribunal, Valls Hernández sostuvo que "hoy vivimos tiempos de modernidad, para todos y sobre todo para la sociedad, es cada vez más claro que la democracia no puede ser satisfactoria sino se sustenta en el pilar más importante: la justicia".
Dijo que "puede haber democracia económica, democracia electoral, pero si no hay una justicia transparente y eficaz, que responda a la necesidad del ciudadano de tener la certeza de la protección de sus derechos fundamentales y de sus bienes, entonces no se cumple con el mandato que los propios mexicanos han conferido a sus gobernantes".
