Tras la aprobación de la reforma energética en el Senado de la República, la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso del Estado de Colima sentenció que "no servirán de tapete para avalar las reformas constitucionales que atacan el patrimonio de la nación: los energéticos como el petróleo, el gas y la electricidad".
Por ello el coordinador de dicha bancada en el Congreso de Colima, Francisco Rodríguez García, convocó a todas las fuerzas políticas y sociales del Estado a "tomar las medidas de resistencia civil necesarias, las que nos convoque a nivel nacional y las que se acuerden en el Estado, para que en la sede de esta soberanía no las apruebe a terciopelo".
Francisco Rodríguez, quien estuvo acompañado por su homólogo perredista Rafael Mendoza Godínez, convocó "a una insurrección civil del pueblo mexicano".
Afirmó que en el Congreso de Colima "no seremos borregos que sacrifiquen sin pelear y sin chistear, porque el tema es de alta prioridad nacional", expresó.
Destacó que por ello, la fracción legislativa del PRD en el Congreso del Estado "nos declaramos en estado de alerta para que cuando la misma sea notificada a esta soberanía, que no piense la mayoría oficialista que esto pasará con tapate o alfombra roja".
El legislador perredista convocó a todos aquellos colimenses que estén interesados en defender su patrimonio para asistir a las acciones de resistencia civil que se proponga a nivel nacional y que se acuerden a nivel local, tal es el caso del propio PRD, Partido del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano, Morena y a los diferentes frentes en defensa del petróleo "y a todos aquellos que han sido y son objeto de violaciones a sus derechos".
Sugirió a los partidos de izquierda y organizaciones para que se unifiquen en un solo sentido: la defensa de la soberanía nacional, "porque sin soberanía no podemos exigir y no podemos exigir ninguno otro derecho que nos sea violentado".
Expuso que sin petróleo, no hay país independiente y mucho menos un país de libertades, si no un esclavo de intereses de las transnacionales, concluyó.
