Alegría. El 'Santa Lagunero' tiene 13 años viajando por toda la región en su trineo motorizado.
"¡Feliz Navidad, que tengan un día bonito!" grita Jesús Octavio González, mientras se acomoda su gorro y se ajusta el cinturón, de nueva cuenta ha salido a regalar juguetes y dulces en las calles de Torreón vestido como Santa Clós o Papá Noel.
"Llevo trece años haciendo esto, el chiste es que ya no estemos hablando de cosas malas, de que los niños laguneros se diviertan un poco y que recuperen un poco de la ilusión que se ha perdido", dice el señor González, quien se dedica en su vida regular a la soldadura y la herrería.
Este "Santa" lagunero salió a dar un recorrido el lunes por la mañana en calles de la región, llamando la atención de los demás por ir sobre un vehículo con renos de plástico en la parte frontal y un costal en la espalda.
En cada crucero se detenía a regalar dulces a los niños, los saludaba a través de las ventanas de los vehículos y luego volvía a manejar su trineo de forma alegre
Lo acompañaban cinco ayudantes vestidos de rojo, sin embargo, no se trataba de duendes del Polo Norte, sino de estudiantes de la Preparatoria Venustiano Carranza que se ofrecieron como voluntarios para la tradicional actividad del señor González.
"Está muy divertido y creemos que se le puede cambiar el día a una persona con esto, cuando te ven y les saludas desde el trineo se les pone una sonrisa en la cara... es una forma de entrar en ambiente navideño", dijo Gabriela Perales, una de las estudiantes.
Junto con la joven Gabriela estaban Brenda Morán, Abril Favela, Tania Hidrogo, Felipe Valencia y Kevin Rodríguez, todos entregando dulces y hasta abrazos.
TODA UNA TRADICIÓN
Octavio González inició sus caracterizaciones de Santa "Lagunero" una Navidad de hace trece años, decidió vestirse para entregar regalos a sus hijos y sorprenderlos en la Nochebuena.
En el camino a su casa observó a niños pidiendo dinero en la calle para comer, el frío era intenso y se dio cuenta de que ningún automovilista se detenía.
La situación lo conmovió y no dudó en parar su automóvil para ir con ellos, metió su mano al bolsillo y les entregó todo lo que llevaba.
Desde entonces decidió ponerse en los zapatos de Santa y recorrer la ciudad, sabiendo que siempre existirán niños necesitados o personas tristes por cualquier razón.
Con el paso de los años fue reuniendo dinero y materiales para poder elaborar su llamativo trineo, cuando finalmente lo logró no dudó en organizar actividades donde pudo, tratando de dar su mensaje positivo.
"Yo le pediría a la gente de La Laguna que en esta temporada se olviden de todo lo malo, que busquen la paz en sus corazones, que todo el daño hacia los demás se detenga, aunque sea por un momento", aseguró González.
