Las complejidades que conllevan a opinar sobre la realidad social, los fenómenos políticos o la vida pública en general son variadas y delicadas, es así y al menos de esa manera se acepta y maneja en el mundo periodístico latino, no así en variables anglosajonas, pero en nuestro particular caso si lo es y lo es de esa forma por los mecanismos que hay al alcance para formular una crítica, congeniar la técnica científica con la oportunidad de opinar sobre temas que interesan a todos es como hacer del deporte una disciplina científica, la ignorancia y el desinterés popular no ayudan a que sea diferente. Algunos periodistas y críticos piensan que a partir del francés Emile Zola se ha dado de esa forma en su nota "Acuso" ya hace algunos años, aseveración que fue desmenuzada por el periodista Ignacio Sánchez Cuenca del diario "El País" hace un año y básicamente se dedica a declarar que el campo social crítico ha sido dominado por bardos e intelectuales clásicos que más allá de concentrar el tema como una categoría de estudio sería sólo esgrimir ideas vagas que no aportan realmente nada, el apoyar esta argucia implica puntualizar con especial énfasis el descontento generalizado por los procesos políticos en el mundo que no atienden a los cambios sustanciales que se suscitan cada vez más y como no se debate el tema de forma adecuada. Del letargo ideológico de las formas políticas y sociológicas, urge un ideólogo y pensador de los menesteres sociales, y en mi pensar los periodistas especializados pueden ocupar esa función.
Las múltiples y variadas manifestaciones europeas por la gran recesión, la primavera árabe y las ultimas observadas en México y Chile se suman a las que ocupan hoy día las planas de nota internacional, ¿Por qué los diarios mencionan que se ve cercano un golpe de estado ucraniano?. En Ucrania símil a algunos de los ejemplos mencionados afronta una crisis política profunda en la que el descontento y la desesperación popular acumulada parece que opta por las medidas radicales, en este punto muy semejante a la primavera árabe, para "cambiar" las formas de las estructuras políticas, resquicio que la oposición ha empleado a su favor para dimitir un gobierno que dio su última muestra de pasividad e incompetencia al congelar la asociación de libre comercio con la Unión Europea de cara a su cumbre. Este proceso de convulsión universal sobre las bases sociales se ha venido dando en primera instancia como resultaría lógico sobre los núcleos más endebles o alarmantes y Ucrania vive con el estigma de una vida oprimida por una cercana Rusia, en su momento el imperio zarista después la unión de los soviets bolcheviques. Se Han soportado genocidios, esclavitud y oprobios por parte de sus autoritarios, así la luz de la independencia democrática es incipiente, todo esto es semejante a los países árabes sumidos en la oscuridad de los regímenes más arcaicos pensables.
De esta manera, se hace comprensible que la masa popular no dé lugar a la paciencia y a la tolerancia indefinida (como pareciera ocurre en nuestro país). Lograr la integración en la Comunidad Europea y en las estructuras euroatlánticas; desarrollar relaciones amistosas y de asociación con los países vecinos; defender los derechos de los ciudadanos y de las personas jurídicas de Ucrania en el extranjero y favorecer la ampliación de los contactos económicos con otros estados y la producción interna como factor decisivo para el crecimiento económico del país, el desatender todo esto que fue configurado como los objetivos primordiales planteados por las reformas de 1996 de la prometida democracia y estado de derecho recién formados es lo que sus congéneres no están dispuestos a aceptar, quienes no observan más que incapacidad de transigir con el mundo y de actuar a nivel interno para encarar los problemas que atañen su actualidad, como detonante el tratado comercial con la Unión Europea no aprobado y el nulo manejo del severo impacto de la crisis económica.
Actualmente las estructuras sociales mutan de forma acelerada y esto parece ser un revés de la tecnología, como ya lo he anunciado en otras oportunidades, la gente está más y mejor comunicada y esto provoca que la calle luzca y en algunos casos sea organizada, fenómeno que es adyacente a la incompetencia de la práctica y ciencia política para adaptar sus esquemas de forma propositiva a estos cambios. Otro ejemplo de esta inadaptación agreste se refleja en el reciente rompimiento de la pretendida "Alianza" de todos los sectores políticos mal denominada Pacto por México.
Por ello es conveniente hablar de la crítica y teoría social, así como de la nota de Sánchez Cuenca sobre el periodismo actual, para buscar que la pluma periodística hable no de ficciones o disertaciones estéticas del acontecer público plagado de subjetividad, sino de realidades prospectivas que expliquen y propongan con objetividad. La disputa entre Tymoshenko (una parte de la oposición) y Yanukóvich (Cabeza actual) con un pueblo enardecido en medio, debe ser ahora un ejemplo claro como lo han sido la serie inagotable de casos observados en lo ancho del mundo, de que las estructuras no siguen al cambio, no obstante que siempre ha sido una garantía existencial.
@alanbarrasa
