La muerte de Nelson Mandela, líder africano que terminó con el apartheid en Sudáfrica en la época de los noventa, dejó un vacío en la lucha contra el racismo y la desigualdad en el mundo, opinó el coordinador del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, José Antonio Ibáñez.
El experto destacó que hoy por hoy no existen líderes que realicen conciliaciones democráticas de una manera siquiera parecida a como lo hizo el activista.
“Hay muchísimos desconocidos, defensores y defensoras de los derechos humanos que son perseguidos, asesinados, pero obviamente no son estadistas, ni tienen el nivel de participación política ni de resonancia mínima en relación con Nelson Mandela. No hay dos Mandelas”, expuso.
Ibáñez recordó que las ideas de Mandela fueron retomadas para la campaña Optemos por No Discriminar, ideada por el Programa de Derechos Humanos y llevada a cabo en esta casa de estudios a finales de este semestre, en la que se distribuyeron frases como “detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya sea que venga de un hombre negro o de un hombre blanco”.
Respecto del legado que deja Madiba, como también se le conocía a Nelson Mandela, Ibáñez aseguró que sólo puede consolidarse a través del respeto a los Tratados y Convenciones Internacionales.
“Hace falta respetar las leyes y los tratados en esa materia. Ahí está todo el sentido normativo importante en las convenciones de derechos humanos en materia de racismo”, apuntó de acuerdo con un comunicado de esta casa de estudios.
Asimismo, recordó el papel de Mandela, quien fuera abogado y político en su lucha contra el racismo, pues logró colocarla “a una altura donde no queda la menor duda de que no tiene por qué existir el racismo en el mundo. Fue un gran defensor de la paz, de la democracia, del Estado de derecho".
En México aún perduran reductos de racismo, dijo, e hizo referencia a la encuesta realizada por el Consejo para Prevenir la Discriminación (Copred) de la Ciudad de México, en la que se dio cuenta de los prejuicios que existen en el país.
De acuerdo con la encuesta, ser pobre es la principal causa de discriminación en el Distrito Federal, seguida por la preferencia sexual y el color de piel. Asimismo, 98 por ciento de las personas encuestadas reconocieron que las personas indígenas son quienes más sufren discriminación.
El académico destacó el papel que tuvo el ex presidente de Sudáfrica, en el sentido de lograr la conciliación de los distintos grupos, radicales y no, durante su mandato en la década de los 90.
“A pesar de que sus compañeros e incluso su primera esposa, Winnie, lo criticaron y creyeron que ya se había ‘vendido’, él continuó en su proyecto de conciliación.
“Dentro de los derechos humanos, esto es un gran logro, porque es una visión pacífica, de conciliación, una transición democrática y un éxito, que todos le tenemos que reconocer”, enfatizó.
