El Senado de México aprobó en lo general, y por amplia mayoría, una iniciativa de Reforma Política-Electoral para crear una autoridad comicial única en el país y permitir la reelección de legisladores federales y locales.
El debate de esta reforma, uno de los principales temas del pacto suscrito por el Gobierno y los principales partidos políticos, se inició ayer por la tarde con un llamado de senadores izquierdistas a posponer la discusión hasta el próximo período legislativo.
"Yo les pido que reflexionen (...) para no votar reformas en contra de las leyes y derechos nacionales", declaró en tribuna el legislador Manuel Bartlett, del Partido del Trabajo (PT), quien fue apoyado por sus colegas izquierdistas Alejandro Encinas y Layda Sansores.
No obstante, el debate continuó y luego de seis horas en las que hablaron numerosos senadores para apoyar u objetar la iniciativa, al final ésta fue aprobada en lo general por 106 votos en favor, 15 en contra y una abstención.
Uno de los puntos fundamentales de la reforma prevé la reelección consecutiva de diputados y senadores federales, así como legisladores locales, de tal forma que podrán completar 12 años en funciones.
También establece la creación de un Instituto Nacional Electoral (INE), así como una ley que regule a los partidos políticos federales y locales.
La creación del INE servirá para "perfeccionar el régimen electoral mexicano", expuso el senador Ricardo Barroso Agramont, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"Se eleva el umbral para conseguir y mantener el registro como partido político, herramienta fundamental que obligará a las organizaciones políticas a redoblar esfuerzos para atraer la simpatía ciudadana", apuntó.
Otro de los puntos es la ratificación legislativa de los nombramientos al Gabinete propuestos por el Presidente de la República en caso de que optara por una coalición, salvo los de los titulares de los ramos de Defensa Nacional y Marina.
De igual manera se pretende dar autonomía a la Procuraduría General de la República (fiscalía), que actualmente depende del Gobierno federal.
Los términos de la Reforma Política-Electoral, así como la iniciativa de Reforma Energética, motivaron la salida del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) del Pacto por México, firmado hace un año por el presidente Enrique Peña Nieto y los líderes de los principales partidos políticos para impulsar importantes reformas estructurales.
Mientras se efectuaba el debate simpatizantes de la izquierda lanzaron una protesta frente al recinto legislativo, luego de la sorpresiva hospitalización de su líder, Andrés Manuel López Obrador, debido a un infarto al miocardio.
Después de la aprobación del proyecto en lo general los senadores continuaron debatiendo las reservas formuladas a diversos apartados, mismas que se espera sean resueltas en el transcurso de las próximas horas.
Debido a que se trata de una reforma constitucional, también debe ser aprobada por la Cámara de Diputados y por los 32 congresos locales.
