Actualizar las millones de credenciales de elector que hoy circulan en el país para incluir la nueva denominación de "Instituto Nacional Electoral" traería consigo un costo de 870 millones de pesos, informó el Instituto Federal Electoral (IFE).
El consejero electoral Marco Antonio Baños planteó por ello la conveniencia de que los legisladores reconsideren el cambio de nombre del IFE a INE, o prevean un régimen transitorio para que la sustitución de micas sea gradual.
De lo contrario sería necesaria la renovación masiva de credenciales, que además de onerosa sería imposible para el proceso electoral del 2015, que formalmente comienza en octubre del 2014, indicó Baños Martínez, ya que el ritmo de sustitución de micas es de entre 15 y 17 millones al año.
Este medio día los 4 consejeros del IFE alertaron sobre los riesgos que, consideran, traerían consigo algunos de los cambios que proponen PAN y PRI en el Senado de la República, cuyas comisiones comenzaron la dictaminación respectiva.
Uno de ellos fue precisamente que "el cambio de denominación a la institución electoral implicará costos excesivos e innecesarios y generará confusión en el documento de identificación más utilizado, seguro y confiable, con el que cuentan los mexicanos" y que es la credencial de elector.
Baños explicó que actualmente existen 87 millones credenciales vigentes en el país y cambiarlas implicaría un costo de cuando menos 10 pesos por mica.
"Estaríamos hablando de que si se tendría que sustituir todas de un solo golpe se requeriría una inversión aproximada de unos 870 millones" de pesos.
Recordó que desde la reforma electoral del 2007 las credenciales de elector tienen una vigencia de 10 años, por lo que debería refrendarse su validez. De lo contrario sería necesario dedicar una inversión de unos 300 millones de pesos anuales.
"Creo que hay que hacerlo más gradual y respetando al vigencia de las credenciales que ahora es de 10 años", sostuvo.
