El producto sólo necesita mezclarse con agua o leche para obtener un puré muy similar al tradicional, que si bien sigue haciéndose, ha perdido terreno frente al instantáneo, cada vez más popular incluso en las cocinas especializadas. (ARCHIVO)
El puré de papas se considera un alimento perfecto para acompañar otros platillos en casi todas las cocinas del mundo, sin embargo, producirlo de forma casera podía resultar algo tardado; hasta que llegó el puré instantáneo.
Fue E. Asselbergs el responsable de inventar y patentar, en 1962, la fórmula para la preparación del puré de papas deshidratado, que salvó a muchos de las presiones del tiempo.
Este puré deshidratado se consigue, no obstante, con un complejo proceso, pues se necesita hervir las papas a 70 grados centígrados y posteriormente enfriarlas a 20 grados. Con esto, se rompe la estructura de la papa, para luego poder mezclarla fácilmente con los aditivos necesarios. Después se calienta a 150ºC y, finalmente se hace polvo la masa resultante para ser envasada.
De esta forma, el producto sólo necesita mezclarse con agua o leche para obtener un puré muy similar al tradicional, que si bien sigue haciéndose, ha perdido terreno frente al instantáneo, cada vez más popular incluso en las cocinas especializadas.
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