Sin pavimento. Varios de los retornos del periférico tienen muy deteriorado el pavimento, pero aquí el Estado no se ha ocupado de colocarlo. Hay comunidades rurales con accesos más dignos.
En La Laguna de Durango, el periférico Gómez Palacio-Lerdo lleva años en obra, pero también hay descuido en las obras terminadas y mala planeación, por lo que esta principal vía de comunicación luce regularmente inconclusa y de noche peligrosa.
A lo largo del periférico es evidente que no tiene una pendiente regular, ni tampoco se contemplaron áreas de desfogue del agua de lluvias, pues se encuentran grandes estancamientos.
En algunas zonas como Chapala, los retornos fueron realizados de forma reducida por lo que poco a poco los vehículos, incluyendo autobuses fueron terminando con ellos, debido a que se subían para alcanzar a dar la vuelta.
Otros tienen pésimo asfalto e incluso carecen de él, como el que se encuentra en la placita que anuncia la llegada a Lerdo, sobre el mismo periférico.
Ninguna autoridad actualmente se encarga de reparar las protecciones laterales, muchas de ellas destrozadas, mientras que la circulación por esta vía también es lenta en algunos tramos, por obras que se han realizado desde hace años y de las cuales el Gobierno del Estado evita proporcionar información.
Ya en el pasado han habido obras que prácticamente se han tenido que remendar ante derrumbes y hundimientos.