El ahora emblemático Palacio de Bellas Artes fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934 y décadas después, en en año 1987, fue declarado Monumento Histórico por la Unesco. (ARCHIVO)
Ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el Palacio de Bellas Artes no sólo es el teatro lírico más importante del país, sino que también es sede de un museo que lleva su nombre así como del Museo Nacional de Arquitectura.
La idea de desarrollarlo se le atribuye al general Porfirio Díaz, quien lo encomendó al arquitecto Adamo Boari. El objetivo era conmemorar el centenario del surgimiento del movimiento independentista en México.
El complejo empezó a construirse en el año 1904, en el sitio donde se encontraba el ya demolido Teatro Nacional de México.
Debe saberse que, durante treinta años, los trabajos de construcción estuvieron detenidos, esto debido a factores como la Revolución Mexicana, la ausencia del arquitecto Boari en el país y el reporte de hundimientos en el suelo.
No obstante, para el año 1931, las obras ya habían sido reanudadas, esta ocasión bajo el liderazgo del reconocido arquitecto Federico Mariscal, quien llevó la construcción a su término.
Finalmente, el ahora emblemático Palacio de Bellas Artes fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934 y décadas después, en en año 1987, fue declarado Monumento Histórico por la Unesco.
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