Ahora, los ascensores han mejorado considerablemente y de subir cinco pisos en un minuto, los hay aquellos que son capaces de subir diez metros por segundo. (ARCHIVO)
Imaginar edificios de varias plantas sin contar con el para llegar a una en específico sería algo muy difícil cuando se requiere algo práctico o llegar a tiempo, y esto era tan bien sabido desde hace varios siglos que las primeras ideas para desarrollarlo provienen desde entonces.
Hablamos del elevador que, según registros, un primer diseño de el data del año 236 antes de Cristo, ideado y construido por el reconocido arquitecto romano Vitrivius.
Ese primer diseño era útil y sirvió como base para adaptaciones futuras, sin embargo dependía de la fuerza animal, lo que en parte limitaba en ocasiones, y ante el desarrollo de construcciones posteriores, su practicidad.
Cuando después del siglo XIX surgió la necesidad de construir edificios de varias plantas, también llegó la urgencia de modernizar la fuerza base de los ascensores.
En 1857, Elisha Otis, quien fue fundador de la reconocida empresa que llevaba su nombre, tuvo la idea de instalar el primer elevador a vapor, el cual incluía además un freno de seguridad.
Ese elevador era útil, pero tomaba cerca de un minuto en subir tan sólo cinco pisos.
Tiempo después, basándose en la idea de Otis, surgieron los elevadores mecánicos y una actualización más, que fueron las puertas eléctricas que abrían por si solas, dirigidas por un nuevo sistema, y que vieron la luz en 1957.
Ahora, los ascensores han mejorado considerablemente y de subir cinco pisos en un minuto, los hay aquellos que son capaces de subir diez metros por segundo.
^AC
