De los más grandes. El humo se eleva de entre los árboles en la localidad de Groveland, California.
Un batallón de por lo menos 670 presos participa en las labores de contención del incendio Rim, que ya ha consumido unas 90 mil hectáreas y es desde ayer domingo el cuarto siniestro más extenso en la historia de California.
Una de las brigadas de ese batallón lo integran 52 mujeres presas, quienes ayer domingo impedían que el incendio controlado sólo en 40 por ciento alcanzara rancherías y se extendiera hacia el bosque Parque Nacional Yosemite.
Los bomberos voluntarios del Departamento de Correcciones de California forman la línea del frente, que abre brecha y cava zanjas para impedir que el fuego alcance poblados al pie de la sierra de California.
El estatal Departamento Forestal informó que los presos son parte de un programa para reos de cárceles de seguridad mínima que prefieren participar en movilizaciones contra incendios que permanecer encerrados.
Cuando van "a la línea" se identifican por sus uniformes anaranjado chillón, como los que usan de algodón en el sistema de prisiones de California. Los reos bomberos ganan un dólar por hora y participan en horarios de 24 horas continuas, algunos al cumplir sentencias encuentran empleo como bomberos forestales o urbanos, y al mismo tiempo al participar como civiles voluntarios ganan méritos que podrían reducir condenas.
Los bomberos presos se activaron el pasado 17 de agosto cuando el fuego inició aproximadamente a la 13:15 horas locales y continuarán hasta la fecha estimada para declarar que el fuego fue controlado ya en el mes de octubre.
