Jóvenes 'contagian' la cumbia

Al son de la cumbia Sampuesana, Rogelio, Martín y Alonso, acaban con el silencio y ponen a bailar a quienes están cerca.

Ya sea en una reunión familiar o con los amigos, los jóvenes toman sus instrumentos y comienzan a tocar cumbia colombiana imprimiendo su muy peculiar estilo.

Desde hace dos años, en el Circuito de las Montañas de Villas del Bosque, es común escuchar a los jóvenes de 18, 14 y 17 años, tocar el acordeón, la caja, la tumba, el güiro y los taroles.

Los habitantes conocieron la evolución de los jóvenes, quienes al principio sólo interpretaban parte de las melodías hasta que finalmente lograron armonizar y dominar varias de ellas.

Según cuentan los jóvenes, su gusto por la cumbia colombiana los llevó a tomar clases con otros músicos, quienes poco a poco les enseñaron a manejar los diferentes instrumentos y hacer música.

"Juan José Cornejo y Jhon Jairo, son nuestros maestros, ellos nos enseñaron como eran las escalas del acordeón, las percusiones y los instrumentos que manejamos", dice Martín.

Los tres jóvenes, quienes en ocasiones son acompañados también por Román, de 32 años, son contratados para tocar las mañanitas en música colombiana, o bien, para amenizar algunos festejos.

"Ya hemos tocado en quintas, gente que nos ha escuchado mientras tocamos en el circuito y que le ha gustado lo que hacemos nos invita", dice Alonso.

Además, colaboran en el grupo Cártel Sabanero, en donde aseguran que han aprendido mucho, pero su objetivo es formar su propio grupo.

"Queremos tener nuestro grupo y tocar no sólo aquí (en Torreón), sino en otros países como Colombia, donde nació la música que tocamos y queremos grabar discos, por qué no", dice Martín, mientras intercambia algunas risas con Rogelio y Alonso.

Sobre los espacios para expresarse y prepararse coinciden en que faltan más, a pesar de la necesidad de que la juventud de hoy cuente con elementos que los ayuden a alejarse de las conductas de riesgo y uno de esos espacios es la música.

"Hay otros chavos que como nosotros, buscan aprender a tocar algún instrumento porque les gusta la música, pero conocemos pocas escuelas, sobre todo acá en el oriente en donde no hay ninguna, a pesar de que esto nos aleja de los vicios y otras cosas que no nos benefician", platica Rogelio.

Su gusto por la música no los aleja de su responsabilidad escolar, pues los tres se incorporarán en este nuevo ciclo a las escuelas, debido a que consideran que esto los complementa y es parte importante de su formación como seres humanos.

Aunque se ven lejos sus metas, dijeron estar confiados en que podrán cumplirlas, pues recordaron que hace dos años querían tocar estos instrumentos y ahora lo hacen, sin embargo, no es algo que les preocupe, pues mientras tanto se divierten junto a las personas que escuchan este género que no es originario de México, pero sí uno de los más populares.