¿Qué es el metabolismo?

El funcionamiento del cuerpo humano es uno de los mecanismos más complejos del reino animal, millones de células y sustancias recorren cada segundo nuestros organismos para trabajar en las tareas físicas que se nos presentan a diario, desde levantar un lápiz hasta correr un maratón.

Para que ocurra este mecanismo debe de tener lugar un proceso muy sofisticado que la ciencia ha denominado como “metabolismo”.

El metabolismo es todo aquel trabajo que ocurre dentro de una célula, principalmente a nivel químico, para que pueda ocurrir la producción de energía, en una escala mayor quiere decir que todo lo que sea consumido tiene que ser convertido en otra sustancia útil para la célula, el órgano y el ser vivo en cuestión.

Existen dos formas en las que el metabolismo puede realizarse: la catabólica y la anabólica. La primera se refiere principalmente a la liberación de todo tipo de energía, esto luego del consumo de algún elemento.

Por ejemplo, cuando comemos un dulce nuestro organismo activa de inmediato el tipo de metabolismo catabólico, es decir, cataliza las sustancias que se encuentran en el dulce y las traduce en energía según sus componentes. En este caso la glucosa, que se encuentra dentro de los carbohidratos es convertida por las células que trabajan en la digestión en nuevos enlaces químicos, los cuales significan una mayor cantidad de energía inmediata.

Existe también el tipo de metabolismo anabólico, mismo que toma la energía que se libera de las reacciones anteriores para convertirlas en otras sustancias mucho más complejas, tales como los ácidos nucleicos y las proteínas. Se trata de un paso que sigue al metabolismo catabólico y que completa gran parte de las funciones básicas de cada una de nuestras células, se clasifican también como complementarios debido a la importancia que tienen.

El simple, pero a la vez complejo trabajo de las funciones metabólicas, garantiza al cuerpo humano una gran cantidad de funciones básicas, por ejemplo la digestión de alimentos y nutrientes.

En esta función el metabolismo somete a los alimentos a diferentes cambios químicos mediante sustancias llamadas enzimas, se producirán tres principales unidades para nutrirnos: aminoácidos, azúcares simples y los ácidos grasos.

También se suma a la lista la respiración, en este proceso el oxígeno consumido en el medio ambiente se traduce en energía que va a parar a todos los órganos, no sin antes ser separado de algunos elementos para dar paso al dióxido de carbono.

Los procesos de desecho son producto del metabolismo catabólico, todo lo que las células no requieren para el funcionamiento básico es desechado mediante la orina (micción), bolo fecal (defecación), el sudor e incluso la respiración.

Por el único hecho de respirar y seguir con vida se realiza inclusive ya un proceso metabólico, el cual es llamado por la comunidad médica como “metabolismo basal”, al movernos, comer, envejecer y realizar todo lo que nuestra rutina demanda es cuando se activan los dos tipos de metabolismo anteriores.

Las anomalías del metabolismo

Es importante señalar que todos los seres humanos cuentan con un metabolismo por naturaleza, en todos los casos funciona de manera similar aunque es cierto que existen algunas diferencias que tienen que ver con el factor genético, el deterioro de la salud, el medio ambiente, la actividad física e incluso enfermedades específicas.

El metabolismo se lleva a cabo gracias al trabajo de las enzimas y otras hormonas en el cuerpo, cuando éstas se encuentran disponibles en una cantidad anormal es cuando generalmente se puede hablar de una falla o un mal funcionamiento en el metabolismo de una persona.

Pueden ocurrir dos escenarios una vez que se existe irregularidad en la presencia de encimas y hormonas, el primero en el que no es posible consumir de manera adecuada cada sustancia y el segundo, en el que las toxinas aparecen como consecuencia de estas fallas.

Entre las principales enfermedades relacionadas al metabolismo destaca la obesidad, alguna falla en la glándula de la tiroides o el sistema endocrino general genera que el peso aumente de manera anormal.

También se encuentra la diabetes, en la cual el cuerpo se ve imposibilitado para metabolizar la glucosa en azúcares simples, para el funcionamiento esto significa un exceso de sustancia que a la larga lleva a clasificarla como toxina.

Existe la llamada “displemia” o imposibilidad por metabolizar correctamente las grasas, quienes cuentan con esta enfermedad tienden a disparar sus niveles de triglicéridos y de colesterol hasta niveles peligrosos, posteriormente aparecen otras enfermedades como consecuencia de la presencia de estas sustancias dañinas.

Todos los padecimientos anteriores representan un ataque directo al funcionamiento básico del organismo y deben de ser atendidos de manera inmediata, no se trata sólo de mejorar rutinas o cambiar hábitos de salud, sino de realizar evaluaciones complejas sobre algún problema específico en el metabolismo.

Quienes no cuenten con algún diagnóstico anormal sobre su metabolismo pueden realizar algunas acciones sencillas pero constantes para tener saludable este mecanismo tan básico, por ejemplo, evitar alimentos con demasiado contenido innecesario (sólo las grasas, proteínas y azúcares necesarias).

No dejar de realizar actividad física regular, el sedentarismo es una de las principales causas para que el metabolismo se vuelva más lento e ineficiente, sin embargo, tampoco es recomendable eliminar horas de sueño para quemar energía en su lugar. Un correcto descanso permite un balance adecuado de las funciones metabólicas.

Mantener niveles bajos de estrés y afectaciones psicológicas, la producción de la llamada “hormona de la felicidad” o endorfina se encuentra relacionada también con el correcto trabajo de un metabolismo.

La atención médica por lo menos cada seis meses será básica para determinar si existen desórdenes en nuestro metabolismo, un aspecto tan importante no debe de tomarse a la ligera.