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Los caminos del éxito o del fracaso

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

En la semana se pudo leer en diferentes diarios locales, noticias y editoriales sobre el asunto de la grave crisis del agua que se vive y que sigue su marcha, en nuestra Comarca Lagunera. Por un lado, se presentan datos oficiales de la Comisión Nacional del Agua sobre el agotamiento de 700 pozos profundos, que indican de forma muy objetiva el impacto de la sobreexplotación agropecuaria en el acuífero subterráneo, y por otro lado, algunas asociaciones civiles, como el Consejo Ciudadano por el Agua, opinaron públicamente que se trataba de una noticia alarmista que no necesariamente está relacionada con los problemas derivados de la sobreexplotación, sino con problemas de orden técnico. Para mí esto último significa asumir una postura omisa, ya que sólo intenta distraer nuestra atención de los problemas reales que acompañan a la crisis del agua en nuestra región.

Los problemas ambientales que derivan de la gestión del agua en la Comarca, no se pueden ocultar por el tímido reflejo que produce la novedosa incongruencia entre la mencionada asociación y la Comisión Nacional del Agua, mucho menos, la búsqueda de soluciones que exigen claridad de ideas y voluntad para tomar decisiones. Particularmente, en aquellas personas que de manera consciente, están utilizando el recurso siguiendo una conducta que puede ser considerada por ellos como económicamente razonable por los beneficios que les produce, pero que es socialmente catastrófica, porque lo que está en juego es ni más ni menos que la permanencia de una sociedad a la que también pertenecen.

Jared Diamond, célebre académico de la Universidad de California (UCLA), que se ha destacado por la publicación de libros como Armas, gérmenes y acero, que lo hizo merecedor de un premio Pulitzer, El tercer chimpancé y ¿Por qué es divertido el sexo?, en su última obra Colapso, analiza cómo unas sociedades desaparecieron dejando apenas algunas huellas de su existencia mientras que otras fueron capaces de adaptarse al medio y crecer sosteniblemente hasta alcanzar una prospera civilización material y cultural. En la última parte de este libro, en el capítulo Enseñanzas Prácticas, Diamond inicia con las siguientes preguntas: ¿Por qué algunas sociedades toman decisiones catastróficas? Para contestar esta pregunta desarrolla un mapa de caminos para llegar al éxito o al fracaso, de acuerdo con su análisis, las sociedades pueden acabar destruyéndose, a sí mismas, cuando: son incapaces de anticiparse al problema, son incapaces de percibir el problema, su conducta racional es inadecuada, tienen valores desastrosos, cuando su conducta es irracional y las soluciones que se aplican son infructuosas.

Como región, hemos recorrido prácticamente todos los caminos, como sociedad no fuimos capaces de ver anticipadamente y prever el problema del agua antes de que se presentara. Difícilmente pudiéramos pensar ahora, que la falta de una experiencia anterior sobre el problema fuera la causa de nuestra baja capacidad de anticipación, en el mundo antiguo existe una gran cantidad de ejemplos de desertificación por una inadecuada gestión del agua. Igualmente ocurre con la imposibilidad de percibir el problema que ya se ha generado, quizá en su inicio las señales fueron difíciles de percibir, pero desde hace 40 años ya se conocían algunas causas de abatimiento del acuífero subterráneo, entre éstas la gran correlación entre el aumento de la superficie cosechada de alfalfa y el mencionado abatimiento, esto es, a mayor superficie de alfalfa, mayor el abatimiento.

Prever, anticiparse o percibir un problema como el del agua, no estaba en nuestra lógica de aprovechamiento del recurso. Por eso pienso que el origen de todos nuestros males ambientales, en particular el del agua se encuentra más en conductas racionales incorrectas y/o conductas irracionales. En palabras del propio Diamond "algunas personas pueden concluir acertadamente que sus propios intereses pueden verse favorecidos comportándose de forma prejudicial para los demás. Los científicos califican este comportamiento de racional precisamente porque se sirve de un razonamiento correcto, aun cuando pueda ser moralmente reprensible".

De acuerdo con el Dr. Navas Robledo la conducta irracional quiere decir pensamiento catastrófico, absolutista, no-acertado, auto-derrotista e irrealista. Es cualquier pensamiento, emoción o conducta que lleva a consecuencias autodestructivas que interfieren en forma significativa con la supervivencia y felicidad del individuo. Es decir, "un comportamiento que es perjudicial para todo el mundo". La crisis del agua en la Comarca Lagunera, afecta a todos, no obstante, persistimos en el error y estancamiento mental. ¿Qué tenemos qué hacer para salir de estas peligrosas inercias que nos alejan de las soluciones eficaces y oportunas?

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