El magistrado de la Sala Unitaria Especializada en Justicia para Adolescentes en Yucatán, Santiago Altamirano Escalante advirtió que sin la colaboración de los padres de familia será más difícil evitar que jóvenes se vean involucrados en crímenes.
En entrevista exclusiva, explicó que los cambios en la dinámica social que han hecho que, incluso, las madres tengan que salir a trabajar, han motivado que de algún modo, los padres quieran dejar la responsabilidad de educar a sus hijos exclusivamente a los maestros.
“Ese fenómeno se observa de forma más contundente en los niveles de secundaria y preparatoria, en donde muy pocos padres de familia están pendientes de las calificaciones y desempeño escolar de sus hijos”, subrayó.
“Basta preguntarle a un maestro de preparatoria, cuántos padres de familia van a preguntar a la escuela cómo van sus hijos y la respuesta es sorprendente y muy preocupante, pocos, pero muy pocos van”, añadió.
Aseguró que ello, es un signo de que es necesario emprender acciones en todos los niveles de gobierno, para alertar a los padres de que ese “desprendimiento” puede llevar a los jóvenes a tomar decisiones equivocadas y a verse involucrados en bandas o pandillas, que a la larga pueden meterlos en problemas con la justicia.
Expuso que si bien en Yucatán, la situación no es tan grave como en otros puntos de la República Mexicana, donde el crimen organizado recluta a diario a decenas de adolescentes, sí se han dado casos de crímenes de alto impacto, en los que se han visto involucrados algunos jóvenes.
Se refirió al caso de una menor que fue violada y asesinada en la colonia San Antonio Xluch, en donde un adolescente fue condenado a 10 años de prisión y otro caso reciente es el de un muchacho que mató a otro, porque era una “prueba” para poder entrar a una pandilla.
“En ambos casos se vio que había una disfuncionalidad familiar, y que los jóvenes habían encontrado un sentido de pertenencia con personas que resultaron ser una muy mala influencia para ellos”, indicó.
Altamirano Escalante insistió que, sin el apoyo e involucramiento de los padres de familia en la formación de sus hijos, será muy difícil evitar que cada vez surjan más casos como los antes expuestos y de forma mucho más frecuente.
“Si se continúa por este camino y no prestamos atención a esta situación, vamos a ver un aumento de incidencias en la comisión de delitos, por parte de los adolescentes y delitos cada vez más graves”, finalizó.