El acuífero Principal es la reserva de agua más importante en la Comarca Lagunera, de donde se abastecen los centros de población de la zona conurbada y las comunidades rurales, siendo también la principal fuente de agua para la agricultura en el Valle, que se complementa durante cada ciclo de riego con los volúmenes extraídos de las presas del río Nazas.
El acuífero tuvo su origen y se recarga con las aguas subterráneas provenientes de los escurrimientos que se captan en las cuencas de los ríos Nazas y Aguanaval, infiltrándose en el subsuelo en distintos sitios. El Valle de la Comarca Lagunera es la parte baja de las cuencas, donde los ríos desembocan al final de su trayectoria en la zona conurbada y comprende los municipios de Gómez Palacio, Lerdo y Tlahualilo en el estado de Durango y Torreón, Matamoros, San Pedro, Francisco I. Madero y San Pedro en el estado de Coahuila.
La Comarca Lagunera comprende 15 municipios donde se ubican 8 acuíferos, siendo el acuífero Principal el más importante que se localiza en el Valle y es dónde habita más del 90% de la población y se concentra la mayor parte de la producción agrícola e industrial.
Aún cuando la disponibilidad de agua en el acuífero no es uniforme y varía según la ubicación geográfica, está demostrado que a la fecha el acuífero conserva un potencial de producción de agua mayor a los requerimientos de los centros de población urbanos y rurales, sin embargo, es una realidad que el abasto en algunas zonas se ve afectado porque la mayoría de los sistemas de agua potable operan con altas pérdidas y bajas eficiencias, presentando problemas en la distribución del agua en algunas colonias, lo que se agudiza cada año durante los meses de calor en los que aumenta la demanda. Esta situación es más grave en algunas comunidades rurales que no cuentan con sistemas formales de abastecimiento.
Al igual que en todo el país, en el valle de la Comarca Lagunera el mayor consumo de agua ocurre en los sistemas de riego agrícolas, los que se abastecen con agua subterránea del acuífero y con agua superficial del río Nazas.
La disponibilidad de agua subterránea está limitada por el almacenaje en el acuífero y por la recarga que recibe. Al ser mayor la extracción que la recarga, se utiliza la reserva que se encuentra almacenada y se provoca un abatimiento paulatino de los niveles freáticos, por lo que se hace necesario revertir esta situación y alcanzar el equilibrio del acuífero con acciones para reducir la extracción que permitan asegurar la permanencia de las actividades del sector agrícola en el largo plazo.
Para lograr la disminución de las extracciones es necesario establecer programas intensivos de modernización y tecnificación de los sistemas de riego agrícolas y de los sistemas de abastecimiento de agua potable.
Es posible lograr el equilibrio del acuífero reduciendo aproximadamente en un 30% el volumen total del agua utilizada sin afectar el abasto a las poblaciones y sin decrecer la producción en la agricultura con base a una frontera agrícola. Al recuperar 450 Mm3 como resultado de la mejora en las eficiencias de los sistemas, las extracciones del acuífero serán equivalentes a la recarga.
En repetidas ocasiones algunos personajes protagonistas han planteado, a partir de deducciones y juicios de valor, de manera irresponsable en los medios de comunicación visiones catastróficas sin sustento, lo que ha deformado la opinión pública sobre la situación del agua en la región, fomentando prejuicios históricos que generan desconfianza en la sociedad civil y provocan reacciones negativas que interfieren con la aplicación de las soluciones.
Es innegable que el uso ineficiente del agua en el valle es un problema añejo y actual, por lo que es imprescindible que se atienda debidamente para lograr un manejo sustentable del agua disponible, implementando las alternativas de solución planteadas en el Plan y Decálogo descritos en artículos previos.
Es el momento de concertar las mejores soluciones propuestas. Es necesaria una actitud positiva para trabajar en forma conjunta entre las autoridades, los usuarios del agua y la sociedad organizada. La solución no es única ni simple. Por ser un asunto complejo, requiere acciones específicas para atender cada aspecto de los problemas que existen en el manejo del agua en la región, considerando que algunas de las soluciones requieren tiempo para su aplicación.
