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Las Palabras Tienen la Palabra / Las armas blancas no siempre lo son

Ls armas blancas no siempre lo son

El blanco, es un color, pero hay quien dice que el blanco es más bien la ausencia de color; quizá por eso cuando una cosa te falla, dices “me fui en blanco”, incluso cuando un equipo deportivo deja al otro en cero anotaciones se dice que lo blanqueó.

El blanco es también el objetivo al que se dispara, generalmente el círculo más pequeño de un grupo de círculos concéntricos, el cual, lógicamente es el más difícil de acertarle. Por eso, al sistema se le llama precisamente “tiro al blanco” aunque el blanco en el centro puede ser que no sea blanco.

Así son las paradojas. Una navaja es considerada arma blanca, aunque se trate de una navaja negra, como resulta cuando vas a comprar un refrigerador o una lavadora y vas a la tienda y te diriges al departamento de línea blanca, aunque vayas a comprar un refri color verde aguacate o color coral para que haga juego con la lavadora que habías comprado y que es también de ese coralino color.

Ahora que si vas a una tienda de ropa y telas, el departamento de blancos no tendrá refrigeradores sino sábanas, fundas para almohada, toallas y todo ese tipo de artículos que también son llamados “blancos” aunque tal vez blancos es lo que menos hay.

A un tipo que negocia con mujeres se le dice que es tratante de blancas aunque las “blancas” con las que trafica sean bastante morenitas y a veces hasta prietas renegridas. Así son las cosas, si vas a comprar pan blanco o una botella de vino blanco es muy probable que lo que te den no sea blanco y a lo mejor decides pagar con un cheque en blanco, o sea un documento firmado, pero sin especificar la cantidad de dinero que representa.

En México tenemos al bellísimo Iztaccíhuatl, una de las más altas montañas del país, al que la gente conoce como “la mujer dormida” aunque la palabra iztaccíhuatl en náhuatl significa “mujer blanca”.

Más ejemplares blancos. Pues está Blanca Nieves, la del cuento, los glóbulos blancos de la sangre y los blanquillos como se le conoce en algunas localidades a los huevos de gallina, que por cierto no siempre son blanquillos, a veces son cafecillos o grisesillos.

A propósito tenemos también la clara que es lo blanco del huevo (de gallina) y lo blanco de los ojos, el blanco de zinc que sirve para pintar al óleo y la carta blanca que se dice cuando le das libertad a alguien de que haga las cosas de acuerdo con su criterio.

Y la magia blanca que no es tenebrosa como la magia negra y cuando te causan una fuerte impresión, que es cuando te quedas “blanco del susto”, pero yo me voy recordando como cantaba José Alfredo; “Tengo el pelo completamente blanco, pero voy a sacar juventud de mi pasado”. Buena idea.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es [email protected]

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Tomás Treviño pregunta qué significa la palabra “amogotado”.

RESPUESTA:

Aunque el Diccionario de la Academia diga otra cosa, el mogote es un macizo de plantas y un tipo amogotado es el que se esconde detrás de un mogote. Por extensión se le llama así a un sujeto evasivo o miedoso.

Frase para terminar: Sé bien de qué huyo, pero ignoro lo que busco. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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