Atractivo turístico. El Canal de la Perla es visitado a diario por los ciudadanos en estas vacaciones.
El paseo turístico del Canal de la Perla en Torreón presenta deficiencias y fallas que lo hacen peligroso para los visitantes en esta temporada vacacional.
A lo largo de este paseo se contabilizan por lo menos 35 faroles de iluminación sin funcionamiento, esto es casi la mitad del alumbrado en el segmento inicial del canal.
Los visitantes indican que la falta de faroles representa un peligro para quienes deben cruzar este paseo, principalmente por la poca visibilidad y las áreas con roca saliente.
"Es un espacio muy bueno como para hacer muestras, si fuera bien aprovechado estaría lleno siempre... yo no me animo mucho a venir porque siempre está oscuro y a veces lo cierran", aseguró Leticia Bueno, quien acudió a pasear a la zona centro durante esta semana.
Otro de los riesgos que señalan los visitantes es la presencia de filtraciones de agua en los muros y el techo de esta estructura, el líquido se concentra de manera permanente en los costados y en algunos casos llega a formar charcos.
La oscuridad y la misma concentración de agua ocasiona que algunas personas corran el riesgo de resbalar o incluso golpearse dentro de este sitio.
Quienes visitan el Canal de la Perla únicamente pueden acceder por las entradas de la calle Cepeda y la Valdés Carrillo, los otros dos accesos se encuentran cerrados al público, a pesar de ser temporada vacacional.
La vigilancia se concentra únicamente en el acceso de la calle Cepeda, se colocó una mesa de atención a los visitantes por parte de la Dirección de Seguridad Pública que funciona con los mismos horarios del paseo.
El Canal de la Perla es un sitio antiguo que data de 1890, fue rescatado por las autoridades durante el año 2003, se restauró gran parte de su estructura y actualmente hay casi 400 metros lineales de canal abiertos al público.
ANTECEDENTE
Sin embargo, el techo y las paredes de este lugar han sufrido algunos daños con el paso del tiempo, incluso se han registrado desprendimientos de techo, debido a las filtraciones de agua.
Actualmente, las autoridades municipales no han precisado si existen áreas que requieran de mantenimiento específico, de ser así deben de solicitarse permisos y autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
