La reforma educativa es vapuleada por dirigentes de la CNTE, quienes no miden que el presidente Enrique Peña Nieto está decidido a llevarla adelante, aun con bloqueos como el de la autopista a Acapulco y los acuerdos de ellos con los medrosos y cambiantes gobernadores perredistas de Guerrero y Oaxaca, Ángel Aguirre y Gabino Cué.
Si cayeron cacicazgos liderados por Carlos Jongitud y Elba Esther Gordillo, el régimen actual no va a arredrarse ante los autores del criminal atraso educativo en las entidades más pobres del país, como son las mal gobernadas por Aguirre y Cué.
Rubén Núñez Ginés, dirigente de la Sección 22 de Oaxaca, y Gonzalo Juárez, de la Coordinadora Estatal de Guerrero (Ceteg), manipulan a sus gobernadores y éstos proponen contrarreformas educativas adversas a la aprobada por el Congreso de la Unión y las legislaturas del país.
Gabino Cué hizo su propia iniciativa y plantea que "los maestros se autoevalúen a través del diálogo". Ni la Sección 22 la acepta y exige a su vez: "propiciar espacios que permitan el análisis y reflexión sobre los aspectos que se interrelacionan en el proceso evaluativo y realizar una evaluación participativa, basada en colectivos; tomando en cuenta la autoevaluación, la coevaluación, la heteroevaluación, la evaluación externa y la metaevaluación".
Así escriben los "educadores" de Oaxaca para oponerse a la evaluación obligatoria, conservar sus plazas y exigir prebendas mediante chantajes interminables. Además demandan pagos por el "activismo social a realizar en las comunidades".
La misma sección se inscribe en el SNTE, el cual comandó Gordillo, pero en realidad pertenece a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), igual que la Ceteg guerrerense. Ambas incitan a profesores de Michoacán, Chiapas y del Distrito Federal a sumarse a su "lucha contra la reforma".
Los grupos vandálicos asumen actitudes de reto y amenazas, al estilo de Gordillo. Durante lustros han perdido el tiempo en marchas y plantones, sin importarles la enseñanza de millones niños.
AL INICIO DE VACACIONES de Semana Santa, la Ceteg de Gonzalo Juárez bloqueó la autopista a Acapulco en ambos sentidos durante nueve horas. No pudo el gobernador Aguirre impedir ese ilícito y pactó una contrarreforma con los "maestros", pero ayer se retractó y afirmó que fue una iniciativa de los cetegistas. Aún le han de doler las orejas.
Debido a esos desmanes, el grito de la población afectada es unánime: ¿cuándo serán puestos en orden quienes medran con la educación, junto a los gobernadores inútiles?
Rubén Núñez y Gonzalo Juárez se niegan a reconocer que la educación es pública y debe ser impartida por auténticos profesores, sin cortapisas. Por eso se les paga con dinero de los impuestos, y no tienen derecho de bloquear carreteras, plazas públicas y causar problemas a la población.
Los "profesores" de hoy debieran recordar a Othón Salazar, quien junto a Demetrio Vallejo fue encarcelado por el presidente López Mateos cuando quiso paralizar a la república.
El ejemplo es Elba Esther Gordillo, quien se dio aires de grandeza porque los presidentes panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón, le otorgaron todo género de privilegios, y ahora está en la cárcel. Se creyó propietaria del magisterio y de México, insultó y amenazó a voz en cuello. Hoy se queja de sus enfermedades, lo cual no hizo durante sus discursos amenazantes e incitadores al caos.
Los líderes de la CNTE han de considerar que a Gordillo la olvidan hasta sus miles de aviadores. ¿Cuánto tiempo más creen que les serán soportadas sus extorsiones y agravios a la nación?
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