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No me dejen morir

GILBERTO SERNA RAMÍREZ

He leído y releído lo que se dice acerca de la muerte de un líder de nuestro continente, que como suele ocurrir se fue de este mundo sufriendo una grave enfermedad que acabó con su existencia. No dudo que haya la posibilidad de que haya sido ayudado "a bien morir" pues estos señores se las gastan así. Dicho de otra manera si no puedes con tu enemigo: "échatelo". No me sorprendió nadita que lo haya dicho quien lo dijo, empero no hay manera de demostrar que la causa de la muerte la haya propiciado la oficina encargada de estos menesteres, es decir de acabar, a la buena o a la mala, con quienes perjudican los intereses de sus patrones y no hay de otra, que meterlo en un sarcófago. Limpian su conciencia diciéndose: antes o después se iba a morir de todos modos, así que debe agradecernos que lo ayudamos. Total, es la ley de la vida, el nacer y el morir. Esto puede parecer cinismo, descaro, insolencia o llámese como se llame, el resultado es el mismo.

Vayamos con Yasser Arafat. Se despidió de sus seguidores en una fría mañana de octubre de 2004. Vestido con un abrigo grueso y un gorro de piel, el líder palestino se veía enfermo, doliente, indispuesto, desmejorado. La piel delgada, débil y pálido. Arafat lanzó una sonrisa temblorosa antes de entrar en el avión francés que lo llevó al hospital militar de Percy, cerca de París. donde perecería 12 días después. Su cuerpo apenas se estaba enfriando cuando las teorías acerca de la misteriosa causa de su muerte comenzaron a surgir y a proliferar. Sin embargo, la acusación era de que Israel lo había envenenado. Arafat de hecho fue asesinado, afirmándose que probablemente usaron plutonio. Luego de inhumado, se sacó el cuerpo de Arafat para realizar un estudio más fondo. Se encontró un elemento radiactivo tóxico en sus fluidos corporales. El canal de noticias de Qatar envió ropa de Arafat, hospitalarios y objetos personales a un sofisticado laboratorio en Suiza. Los israelíes dijeron ese es nuestro enemigo, pero los palestinos tenían un imperativo mayor para sacarlo. Mohammed Dahlan exestrella de las fuerzas de seguridad preventiva en Gaza, habría dicho el pueblo palestino está buscando una salida.

Volviendo a Hugo Chávez el 28 de diciembre del año de 2011, el mandatario venezolano dijo que es muy extraño que varios líderes de Latinoamérica padezcan ese mal. Dijo sospechar de la tecnología estadounidense y sugirió que el cáncer podría haber sido inducido por Estados Unidos dadas sus avanzadas tecnologías. En la tarde del martes 5 de marzo de 2013 murió Chávez, convencido que la enfermedad le había sido infectada.

Desde cualquier punto de vista, esta acusación es muy grave. Es cierto que su tecnología pudo dar lugar, a que los "güeros" puedan infectar a quien les parezca de esa temible enfermedad. Pero una cosa es decirlo y otra probarlo. Estarían acusando sin más pruebas que la muerte del enfermo de que los autores del magnicidio son los que manejan los hilos del pentágono y de la C.I.A. que son muy capaces de matar, pero no violando todas las reglas de convivencia humana. Si así fuera estarían liquidados, no nada más uno, sino todos los que no se pliegan a sus intereses. Me parecen muy desafortunadas las declaraciones de Nicolás Maduro, en el sentido de que si Chávez está muerto, los culpables son los Estados Unidos de América. Y no es nada nuevo. El siglo anterior se les llegó a imputar cambios climáticos en el planeta y toda clase de calamidades. Es una fama que se han ganado a pulso, con películas exageradas en que presumen de ser muy "trinchones" resultando que no son los dizque chichos de las películas. Es verdad tienen armas mortíferas muy adelantadas, pero se necesita algo más que eso ya que las armas no se disparan solas.

Me llamó la atención la frase que ya agónico pronunciara Chávez de "no me dejen morir". No se notó que alguno de sus seguidores hiciera otra cosa que dejar que sus lágrimas rodaran por sus mejillas. No hubo quien en un arrebato dijera usted no se va solo, nosotros nos la jugamos en vida con usted y en su muerte no podemos hacer otra cosa que seguirlo en el ejemplo que usted nos ha puesto. Si usted se va, la República Bolivariana no será la misma. Por tanto, vámonos antes de que Capriles nos gane la partida. En fin, lo dejaron morir.

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