La Alameda Zaragoza es el único de los espacios públicos del primer cuadro que no ha recibido rehabilitaciones o no han llegado los programas de reparación.
Los robos y la falta de mantenimiento han convertido este espacio en una zona de abandono para los visitantes. Una de las principales fallas se puede observar en la Fuente del Pensador, misma que desde hace años no funciona, debido a una falla en el equipo de bombeo y conducción del agua.
Las molduras del exterior de esta fuente han sido destruidas y partes de la base se encuentran rotas. El mismo suelo de la Alameda refleja la falta de mantenimiento, los ladrillos faltantes, los registros abiertos y hasta excavaciones en el paso de los peatones marcan un área de riesgos.