Al momento de escribir estas líneas, los ministros que integran la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidieron otorgar un amparo a la ciudadana de origen galo Florence Cassez, quien cumplía una sentencia de sesenta años de prisión por los delitos de secuestro, delincuencia organizada, portación y posesión de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Cabe recordar que el proyecto de amparo que buscaba invalidar los testimonios de quienes presuntamente fueron víctimas de la organización "Los Zodiacos" -de la cual es bien sabido que la pareja sentimental de Cassez formaba parte- fue presentado por la Ministra Olga Sánchez Cordero -quien en su informe dio cuenta de las diversas irregularidades del caso y las violaciones al debido proceso- y requería de un mínimo de tres votos a favor por parte de los integrantes de dicha sala. Al ser favorable, Florence Cassez obtuvo la libertad definitiva y podrá irse, como ha expresado su defensa, a Francia.
Y es que en el supuesto de no haber obtenido los votos necesarios, se vislumbraban tres alternativas: que se turnara al pleno, que se encargase un nuevo proyecto a otro ministro de la Primera Sala o bien, buscar un acuerdo entre los ministros sobre el otorgamiento de un amparo, cosa que finalmente sucedió.
Esta semana y a través de diversas encuestas en redes sociales, tanto la televisora donde trabajo como tu servidor, nos dimos a la tarea de adivinar cuál era el pulso de la opinión pública mediante la pregunta ¿Crees que Florence Cassez deba o no salir de prisión? Este columnista, dentro del espacio informativo que tiene el agrado de conducir, leyó al aire las respuestas de los internautas respecto a un caso que como pocos divide y polariza a la opinión pública desde hace más de un lustro; ello pude constatarlo, de nueva cuenta, al recibir tweets que retratan dos posturas disímbolas: o se habla de una secuestradora inmisericorde que no merecía clemencia tal y como nunca la tuvo -afirman- con sus víctimas, o bien que las inconsistencias del caso y las violaciones a sus derechos humanos y a diversos tratados internacionales, eran causal para que fuese puesta en libertad de inmediato. Pero ojo: nadie consideró que fuese inocente…
Aunque la Ministra Olga Sánchez Cordero buscó que los testimonios de las víctimas fueran desechados al aseverar que estaban viciados de origen, no todas sus contrapartes se pronunciaron a favor de hacerlo al considerar que, como cualquier ciudadano que observe y esté sujeto a nuestra Constitución y a nuestras leyes, también las víctimas merecían ser resarcidas en atención a que fueron ilegalmente privados de un derecho fundamental no negociable: su libertad.
En el marco de un fallo histórico para la justicia en México -que en definitiva pone en evidencia que de justa tiene muy poco, además de la noción de que las lagunas existentes permiten que ésta pueda ser comprada a merced del mejor postor- miles de voces se han pronunciado en pro y en contra. Pocas cosas tan complicadas como el caso Florence Cassez, tan compleja la trama que ni siquiera los expertos en derecho lograron un consenso en este sentido. Cabe resaltar que si bien el fallo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es definitivo, inapelable, y debe ser acatado por las partes correspondientes, ello no significa que fuese el correcto. Finalmente los señores ministros son humanos y el hombre, por esencia, se puede equivocar. Hasta en la ley caben las interpretaciones…
Reza la conseja: "Las aves del mismo plumaje vuelan juntas". No cuento con los elementos para afirmar que Florence Cassez sea una secuestradora, sin embargo pongo en duda sus dichos en el sentido de no haber tenido conocimiento alguno acerca de las actividades delictivas de su pareja sentimental. Si bien dice que no participó en secuestro alguno, conocer en qué constaba la línea de trabajo de su novio la hace aquí y en China, cómplice. Y temo afirmar, estimado lector, que la complicidad es motivo para permanecer, por un largo rato, en prisión.
Cierto: se violaron sus derechos fundamentales a través de un bochornoso montaje cinematográfico que al salir a la luz, motiva con justa razón, la sorna de quienes fuimos testigos de su detención. Cierto también que ahora nunca sabremos si es culpable o no. Eso de que sea una blanca paloma yo, sencillamente, no me la compro.
En fin, que la reciban con los brazos abiertos allá en Francia. Aquí tenemos suficiente estulticia con la que lidiar, por no poner otra palabrota…
Ya se encargará la justicia divina de ella. Esa es implacable y nunca se equivoca.
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