En lo que construye un formidable jaque contra la Concamín, la Concanaco y sus Cámaras afiliadas, acaba de plantearse en el Congreso una iniciativa de reformas y adiciones a la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones que, de aprobarse, le abriría la puerta a una representación más plural.
El espíritu de la iniciativa colocada en la mesa por el diputado Carlos Augusto Morales López, es cortarle el cordón umbilical del gobierno a los organismos de representación empresarial, en cuyo marco se le ha dado la vuelta a la cancelación de la obligatoriedad de afiliación.
El truco es simple: Condicionar la exigencia de incorporación de las empresas al Sistema de Información Empresarial Mexicana a su inscripción a las Cámaras, por más que se trata de asuntos paralelos.
De acuerdo a la Ley el listado, una suerte de censo permanente, lo debe realizar la Secretaría de Economía… quien la delegó en los organismos para aprovecharse de la coyuntura vía el chantaje.
Como recordará usted, a principios de la década de los 90 del siglo pasado, se inició una rebelión de las empresas contra la obligatoriedad de afiliación a alguna Cámara integrada a la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamín) o la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), vía la presentación de amparos.
El asunto llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien terminó por resolver bajo el mismo argumento cinco solicitudes de protección de la justicia de otras tantas firmas, lo que constituyó jurisprudencia.
Colocada, pues, en la obsolescencia la Ley de Cámaras de Comercio e Industria emitida en 1941, se debió derogarla, para dar paso, casi en calca de la anterior, a la Ley de las Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, cuyo punto más relevante era desterrar la obligatoriedad de afiliación.
Bajo ese marco, organismos como la Canacintra se fueron a la ruina al registrarse una desbandada de sus socios. Esta presumía de 60 mil afiliados, en tanto la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México lo hacía con 50 mil.
Las cuotas de afiliación oscilaban desde 300 pesos hasta millón y medio, dependiendo del tamaño de las firmas.
El problema es que bajo la nueva ley no sólo se mantuvo un escenario corporativista, sino se le dejó al gobierno decidir el esquema de afiliación de las empresas a órganos de representación que en el papel sólo reconocen dos actividades empresariales: la industria y el comercio.
La exposición de motivos de la iniciativa habla de reconocer que México vive en un mercado libre y en un contexto político democrático, plural y competitivo.
Naturalmente la integración ilegal del SIEM a la afiliación a las Cámaras crea una suerte de complicidad del gobierno con éstas, lo que se traduce en subordinación, a contrapelo de la obligada verticalidad en la defensa de los intereses legítimos de los gremios.
De hecho, al paso de los años tanto la Concamín como la Canacintra se han convertido en una suerte de Bolsa de Trabajo de sus dirigentes para el gobierno, en correspondencia a servicios prestados.
Naturalmente, la iniciativa pretende distinguir entre lo que representa el registro al SIEM y la afiliación a los organismos, abriendo la posibilidad que el listado se realice vía los gobiernos estatales y municipales.
La propuesta define a las cámaras empresariales como "una organización de representación e intermediación de los intereses de los empresarios del país", en contraste con la actual que habla de "las Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo que representan a los comerciantes, y las de la industria que representan a los industriales".
En paralelo, se le quita a la Secretaría de Economía la facultad de autorizar una nueva Cámara empresarial, al considerarse que el acto atenta contra la libertad de afiliación.
Bajo el nuevo marco las Cámaras estarán en posibilidad de afiliarse a una Confederación o de integrar una nueva.
Jaque, pues, en todo lo alto a Concamín y Concanaco.
Descartada la posibilidad de que el empresario minero Iván Barona entre al rescate de Mexicana de Aviación al no demostrar liquidez, el escenario está igual que hace dos años, cuando la firma entró a concurso mercantil.
De hecho, colocada de espaldas al callejón para declarar la quiebra, la jueza de la causa, Edith Alarcón, está publicando una convocatoria abierta para recibir posturas.
La cuota de inscripción exige mostrar un mínimo de 100 millones de dólares… para luego exhibir la posibilidad de contar con 250 millones adicionales.
Las 23 alternativas que se han planteado para el rescate de la línea aérea se han estrellado una y otra vez ante la supuesta incapacidad de los ofertantes para mostrar liquidez, lo que ha provocado sospechas de sabotaje.
SE AMPARA PEMEX
El Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Distrito Federal confirmó la concesión de un amparo a Petróleos Mexicanos contra el laudo arbitral expedido por la Cámara de Comercio Internacional que le obliga a la paraestatal a pagarle 500 millones de dólares más intereses al consorcio Comproca que realizó la reconfiguración y modernización de la refinería de Cadereyta.
El litigio se ha prolongado por 12 años, en un escenario en que el exdirector general de la empresa pública, Rogelio Montemayor Seguy, rechaza haberle firmado finiquito alguno al consorcio que integraban la empresa coreana Sunkyong y la alemana Siemens.
Las obras se entregaron al final del sexenio del presidente Ernesto Zedillo sin haberse concluido en su totalidad. Vamos, con fallas que hacían imposible el funcionamiento integral de la capacidad instalada.
INFLACIÓN DE 4.80
De acuerdo al Índice de Precios Metropolitano de Consultores Internacionales, la tasa de inflación durante el año pasado en la zona metropolitana de la Ciudad de México fue de 4.80 por ciento.
El salto durante diciembre fue de 0.60 por ciento.
En el recuento de la empresa encabezada por Julio Millán se plantean alzas de 5.70 a 14.45 por ciento en diversos productos como papa, chile poblano, paquetes turísticos, galletas dulces y saladas, y verduras y legumbres frescas.
En contraste se registró una baja en el precio de la papaya (-13.17 por ciento); calabacitas (-12.27); chile serrano y jalapeño (-11.29); azúcar blanca o morena (-9.42) y aguacate (-7-44).
Por rubros de la canasta, el más afectado fue educación y esparcimiento, con una inflación acumulada de 7.77 por ciento, seguido de alimentos, con 6.82; cuidado personal, con 5.18 y vivienda con 4.36.
