El poeta se lamentaba amargamente:
-Todo está dicho ya -gemía-. Nadie podría hallar algo nuevo qué narrar. Todas las historias han sido ya contadas; es imposible crear algo original. ¿Por qué nací tan tarde, cuando todos los poemas ya han sido hechos, cuando no queda nada qué decir?
El bardo entonces se puso a narrar algo, cualquier cosa. Y dijo:
"Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas de valerosos héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves...".
Y todo lo demás.
¡Hasta mañana!...