Ni tratamientos exclusivos de última generación, ni carísimas cremas 'milagro'. Acabar con el acné es posible y está al alcance de todos los bolsillos. Porque, en realidad, la constancia en el cuidado diario de nuestra piel es el arma más poderosa en la lucha contra las espinillas. Además, según la Academia Americana de Dermatología, no se trata tanto de actuar contra el acné, sino de abandonar ciertos hábitos perjudiciales que, en la mayoría de los casos, son los responsables de la aparición del mismo.
En concreto, los expertos señalan cinco sencillos trucos que, llevados a cabo de forma constante, mejoran considerablemente la salud de nuestra hepidermis facial y frenan la aparición de las temidas erupciones cutáneas.
1.- Lavarse el rostro
En primer lugar, la Academia Americana de Dermatología aconseja lavar el rostro dos veces al día, una limpieza que debe realizarse también inmediatamente después de realizar ejercicio físico.
Los expertos indican que "la transpiración, especialmente cuando se lleva un gorro o un casco, puede empeorar el acné, así que es necesario lavar la piel tan pronto como sea posible después de sudar".
La limpieza debe realizarse siempre con agua tibia y con un limpiador suave y no abrasivo.
2.- Cero exfoliantes
La segunda pauta que recomiendan los expertos es abandonar el uso de exfoliantes, astringentes o tónicos que puedan irritar nuestra piel.
La piel seca y roja empeora el aspecto del acné, por lo que tampoco es conveniente utilizar paños o esponjas. Lo aconsejable, tanto en el lavado como en la aplicación de cualquier producto facial, es utilizar tan sólo las yemas de los dedos.
3.- Dejar que la piel se cure
Por otro lado, el truco sobre el que los dermatólogos hacen mayor hincapié es "mantener las manos fuera de la cara y dejar que la piel se cure naturalmente".
Algo tan sencillo como no tocar las espinillas garantiza una recuperación rápida en las irritaciones faciales y disminuye el riesgo de que queden cicatrices en la piel.
4.- Alejarse del sol
El cuarto consejo es alejarse del sol y, especialmente de los centros de bronceado.
La Academia Americana de Dermatología advierte que exponerse a la radiación ultravioleta en un centro de bronceado aumenta el riesgo de melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel en un 75 por ciento y, además, el riesgo aumenta con cada uso.
5.- Hidratación
El último consejo anticrisis es tan sencillo como beber agua.
Una piel hidratada es sinónimo de una piel sana y, al mismo tiempo, la mejor arma contra el envejecimiento. Beber agua nos ayuda a eliminar toxinas y a lucir un rostro libre de imperfecciones.
La hidratación debe empezar desde dentro, por lo que los dermatólogos insisten en que es necesario beber al menos dos litros al día.
