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¿Afecta a los dientes tener el pulgar en la boca?

Un niño que no pierde el hábito con los años y que, además, lo intensifica, suele generar una malformación en los dientes, además de daños en la estructura de la boca. INGIMAGE

Un niño que no pierde el hábito con los años y que, además, lo intensifica, suele generar una malformación en los dientes, además de daños en la estructura de la boca. INGIMAGE

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Ya en el vientre materno, los futuros bebés descubren cuánto les gusta tener el pulgar en su boca, algo que muchos practican durante varios años. Muchos padres lo permiten porque este hábito ayuda a algunos bebés a estar tranquilos, a no llorar y también puede ayudarlos a soportar mejor el apetito.

Se estima que entre un 60 y un 80 de los bebés tienen por costumbre este hábito tan tierno, que les produce una sensación de paz debido a que es algo propio a lo que se agarran, lo que les genera una sensación de estabilidad. Sin embargo, en algunos casos esto se puede convertir en algo ligeramente perjudicial para la salud del niño cuando crece.

Por una parte, un niño que no pierde el hábito con los años y que, además, lo intensifica, suele generar una malformación en los dientes, además de daños en la estructura de la boca. Otra de las dificultades dentales puede ser que con la presión que ejerce el dedo en la boca, los dientes pueden crecer muy separados el uno del otro. Además, otro daño colateral puede ser un problema de logopedia.

Sin embargo, estos problemas aparecerán si se es muy persistente en el hábito. Si el menor solo suele practicarlo ocasionalmente, esto no supondrá algo grave, aunque es mejor que sus cuidadores le ayuden a evitarlo, ya que puede aumentar sus niveles de estrés y ansiedad. En caso de que persistan en ello, esta puede ser una buena oportunidad para empezar a educarlos a ser capaces de abandonar un hábito que no puede ser pernicioso, algo que se repetirá en otros estados de la vida.

No hay una solución ampliamente efectiva para combatir este mal hábito. Sin embargo, para ayudar a desprenderse del vicio, algunos padres y cuidadores prueban a poner guantes a sus pequeños durante la noche o también pueden probar a colocar un corrector dental que no sea muy agresivo.

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