¡ESTE CALORCITO!
Este calor que nos llega
ve tú a descubrir de dónde:
del diablo que en él se esconde
y con su encono nos friega.
Y por más que se le alega,
se hace guaje y nos remoja
de sudor, y no le afloja;
mas cuando vuelva el invierno
le esconderemos su infierno,
¡y a ver en dónde se aloja!