Elevan oraciones. Al mediodía, las familias asistieron a una ceremonia religiosa en la Catedral del Carmen de Torreón.
La imagen del pequeño Eduardo Núñez Pedroza, "Lalito" se observaba en una lona que era sostenida por sus propios familiares.
Frente a la fuente del Pensador de la Alameda se reunieron familiares de este niño y de otras víctimas del clima de violencia que se vive en la región desde hace años, eran casi las once de la mañana y ya se encontraba lista esta manifestación llamada "Marcha en Memoria".
Rostros de tristeza, lágrimas, globos blancos y largos lapsos de silencio marcaron el inicio de esta procesión por vialidades del centro de Torreón.
"No tengo nada que decirle a las autoridades, nada lo va a hacer volver", dijo Claudia Núñez, hermana del pequeño "Lalito", antes de iniciar el recorrido.
Claudia Núñez se encontraba sentada en el borde de la fuente, ella sostenía una esquina de la lona junto con otro de sus hermanos, aún no mostraba suficiente fuerza para hablar de la muerte del pequeño y prefería limitar sus palabras.
"Ya no sé qué más decir", aseguró la joven que pocas veces soltó la lona con la imagen de su hermano.
"Lalito" murió el pasado 18 de noviembre, cuando una bala lo alcanzó en la ciudad de Gómez Palacio, tanto familiares como amigos sostienen que el proyectil vino de un arma de la Policía Estatal y no de un fuego cruzado, durante un enfrentamiento registrado contra criminales.
"Esto no está bien, hay pruebas de que la bala vino desde los policías, inclusive se agredió a otra persona que ni siquiera sabía lo que pasaba... se disparó de manera irresponsable", aseguró otro de los parientes del niño.
COMPARTEN EL MISMO DOLOR
A tan sólo unos cuantos metros de los familiares del pequeño Eduardo se ubicaba Susana Soriano, ella también perdió a su hijo durante un enfrentamiento en la ciudad de Torreón hace trece meses.
A ella también le dijeron que una "bala perdida" le arrebató la vida, cuando su hijo, "Humbertito", se dirigía a la tienda a realizar unas compras.
"El era un niño muy pegado a mí, el estudiaba el quinto grado de primaria, un buen niño que soñaba con estudiar la secundaria... es una lástima, le digo a la mamá de Lalito que ojalá encuentre resignación", dice Susana, quien también tenía una lona con la imagen de su hijo.
En la misma marcha se encontraba Alejandro Sanjuán, él perdió a sus primos en el atentado contra la quinta Italia Inn en julio de 2010.
"De las autoridades no espero nada sinceramente, el cambio está en nosotros, ya nos han demostrado ellos lo que tienen... la solución está en nosotros, admiro a todas las personas que están aquí por ser algo muy difícil", dijo Alejandro.
Antes de que dieran las once de la mañana se decidió iniciar el recorrido tomando la avenida Matamoros, una familia se iba colocando detrás de la otra, los rostros de gente asesinada en diversos hechos violentos iban desfilando en las fotos y las lonas que portaban.
La mañana estaba nublada y el sonido de los pasos de la marcha era mayor que el de cualquier plática, el silencio era un factor común y así se mantuvo todo el trayecto hasta la Plaza Mayor.
Todos, y cada uno, fueron llegando a la Plaza Mayor, de inmediato la madre y los hermanos del pequeño Eduardo decidieron llevar la imagen del niño frente a la escultura de las "Alas de la Ciudad", de Jorge Marín.
Algunos no pudieron contener las lágrimas ante este gesto, otros aplaudieron y lanzaron porras a "Lalito", unos pocos permanecieron reflexivos y se limitaron a acomodarse en círculo.
"Son verdaderas tragedias, no se pueden reparar esa pérdidas con nada... te cambia la vida de manera repentina", aseguró Cristian Martínez, quien perdió a uno de sus mejores amigos en un tiroteo durante 2011.
PIDEN PAZ Y JUSTICIA AL CIELO
"Vamos a hacer una oración, a tomarnos de las manos", dijo una voz, luego de que todos los integrantes de la marcha se acomodaron alrededor de la imagen de "Lalito".
Aves Marías, Padres Nuestros y otros rezos comenzaron a escucharse por algunos minutos, otras personas seguían con lágrimas en el rostro, cuando se sugirió dejar ir los globos con helio que algunos portaban.
Una ligera ola de aplausos se realizó ante el vuelo de los globos, esto marcaba la hora de asistir a la ceremonia religiosa en la Catedral del Carmen, a tan sólo unos metros de donde se encontraban.
Formaron de nuevo una columna para salir de la Plaza Mayor, lentamente se dirigieron hacia la iglesia, donde la ceremonia católica habría de honrar y recordar a cada una de las víctimas.
"Quienes pasen por todo esto, pues unirse, gracias a Dios tengo una familia muy grande y ellos han estado ahí para apoyarme... sea de la religión que sea hay que tomarnos de la mano de Dios, eso me ayudó a salir adelante", dijo Susana Soriano.
Al finalizar la misa algunos familiares dijeron tener la disponibilidad para hacer una nueva marcha, en invitar a que más gente hable sobre las cientos de víctimas que existen y así buscar juntos un camino hacia la paz.
