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Los Leones Presentes / ¡Realidades...!

Jorge Romero Montañés

En una guardería una persona que labora en el área de servicio social, me platicó que después de seis años de casada, tuvo a su primer hijo. Me dijo que cuando el niño cumplió dos años, ella había decidido hacerse una operación oftálmica con el fin de dejar de usar lentes, pero que desgraciadamente nunca imaginó que la operación le ocasionaría una hemorragia expulsiva, por la que terminó perdiendo un ojo, que por cierto casi le cuesta la vida.

Comentó que a consecuencia de esto, había quedado hundida en una depresión por varios meses por lo que casi también pierde a su familia, ya que su ojo había quedado severamente dañado. Sentía vergüenza al ver a su hijo, a su esposo a su familia y a los padres de la estancia infantil donde ella labora, ya que ellos no la habían conocido así, ¡qué vergüenza! ¡Tal vez podría asustar a sus bebés! Me creerá que hasta me volví en contra de Dios: le pregunté miles de veces el porqué, para qué me había dado un hijo que jamás estaría orgulloso de su madre. Todos los niños del kinder se burlarían de él, porque su madre había perdido un ojo.

Decía que había cambiado mucho, que sentía rencor con la vida, con todo y con todos; que le había costado muchísimo luchar para sobrevivir y salir adelante. Pero al mismo tiempo me platicó que después de un tiempo de lo sucedido, su hijo había tenido un grave accidente en uno de sus ojos (el mismo que ella había perdido durante la operación); me platicó que un palo, de ésos que se usan para romper las piñatas a uno de los niños se le rompió, que con tan mala suerte éste fue a pegarle a uno de los ojos, por lo que esa tarde había sido todo un caos, dijo también que el médico que lo vio, después de un minucioso chequeo, le dio la triste noticia de que había que operarlo, porque su córnea había sufrido un grave daño. Por lo que la había citado una semana después y que mientras le había recetado un medicamento para el dolor.

En esa semana había sentido que definitivamente Dios se había olvidado de ella, por lo que un día se armó de valor y con el corazón en la mano le pidió que la escuchara, y que era importante lo que ella le diría; por lo que cerró sus ojos y dijo: ?Señor mío te pido, te suplico, te imploro que tomes el ojo que me queda, te lo ofrezco Señor. Cerraré mis ojos y al abrirlos déjame ciega, toma el único ojo que me queda, pero sana a mi hijo. Contaré hasta tres y Tú que todo lo puedes ¡hazlo! Y lo hice: uno, dos, tres y ¡nada yo seguía viendo! Mi fe se fue al suelo nuevamente; al pasar la semana dice que acudió a la cita nuevamente con el médico y al revisar al niño, no sabía cuál ojo era el dañado, ya que ninguno tenía rastro de nada... ¡por lo que dijo, fue mi Padre Celestial! Comprendió que Dios sí le había tomado la palabra pero anticipadamente y este ojo que le quedó fue para ver crecer a sus hijos.

Supo que Dios Nuestro Señor es incondicional y que no necesita intercambiar algo para dar otro algo, pero comprenderlo de esta manera la ayudó a sanar su corazón. Más tarde sin esperarlo comentó que nacieron otros dos hijos. ¿Qué más le podía pedir a la vida? Por último me comentaba que recientemente había pasado por otro momento duro de su vida, ya que se había sometido nuevamente a una cirugía oftalmológica (con duración de tres horas), para extraer su órgano e implantar una prótesis; créeme no es fácil hacerse a la idea de traer un objeto extraño. Por lo que se ha estado preparando psicológicamente, debido a que es difícil aceptar estas cosas de la vida, pero en fin, sólo Dios sabe el porqué de ellas; al mismo tiempo que decía que ella se sentía plenamente agradecida con Dios, por darle toda la fe y confianza en su amor que es eterno y su misericordia infinita.

El pasado viernes, el Club de Leones de Gómez Palacio, A.C., organizó el curso de Inducción Leonística, a los compañeros y damas Leonas así como a los nuevos prospectos que ingresarán próximamente a las filas leonísticas y el cual fue impartido por el C.L. Víctor Alejandro Jiménez Salazar, Gobernador del Distrito B-2, mismo que fue apoyado por el C.L. Manuel Alvarado Rodríguez, con contenido de diapositivas, las cuales fueron transmitidas a la pantalla, por medio de cañón. Dicho curso tuvo como finalidad de que los socios conozcan realmente el motivo por el que están en nuestra asociación. ?Pensamiento Leonístico?. Ser agradecido con el que nos da la mano, es la virtud del ser humano. ?Nosotros Servimos?.

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