Ciencia

Buscan develar secretos de Pirámide del Sol

TEOTIHUACAN, (Reuters) - Fragmentos de polvo espacial que bañan constantemente al planeta están ayudando a develar los secretos de una pirámide mexicana de 2.000 años de antigüedad, donde podrían estar enterrados los gobernantes de una misteriosa civilización.

Debajo de la inmensa Pirámide del Sol, al norte de la Ciudad de México, los físicos están instalando un artefacto para detectar muones, partículas subatómicas que quedan cuando los rayos cósmicos tocan la Tierra.

Las partículas traspasan objetos sólidos, dejando pequeñas huellas que el detector medirá, como si fuera un aparato de rayos X, en busca de cámaras ocultas dentro de la pirámide.

Debido a que hay menos cantidad de muones en un lugar vacío que en una roca sólida o en la tierra, los científicos podrán detectar cualquier hueco dentro de la pirámide, un lugar sagrado en la ciudad de Teotihuacán, cuyo clímax y caída ocurrieron al mismo tiempo que la Roma antigua.

"Si nosotros detectamos un área donde haya menor densidad de la que se espera, eso nos da una indicación de que a lo mejor hay un agujero", dijo Arturo Menchaca, director del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los arqueólogos podrían entonces cavar túneles hacia adentro de la pirámide con la esperanza de descubrir una cámara mortuoria y resolver el enigma de quién gobernó Teotihuacán, donde también esta la Pirámide de la Luna y un enorme templo dedicado a un dios serpiente.

La influencia de la ciudad, que en su momento de apogeo fue hogar de unas 150.000 personas, atravesó cientos de kilómetros de distancia y alcanzó lo que es hoy Guatemala, pero nadie sabe su verdadero nombre ni quiénes la fundaron.

El nombre Teotihuacán (El sitio donde los hombres se convierten en dioses) fue dado por los aztecas que habitaron la ciudad 700 años después de que fue abandonada, cerca del año 600 DC. Los aztecas quedaron asombrados por los monumentales edificios y al preciso planeamiento de la ciudad.

Un científico ganador del Premio Nobel, Luis Alvarez, de la Universidad de California, Berkeley, utilizó la tecnología de muones para estudiar la pirámide de Kefrén en Egipto en la década de 1960.

"Alvarez demostró que no había cámaras escondidas en esa pirámide y ya pasó a la literatura científica", dijo Menchaca, quien trabaja en una cueva justamente debajo de la Pirámide del Sol.

Su equipo de trabajo construyó el detector de muones en los laboratorios de la universidad mexicana, con un costo de 500.000 dólares y planea instalarlo en los próximos meses en la cueva debajo de la pirámide de 63 metros de altura.

Utilizada para ceremonias religiosas hace varios miles de años, la oscura y húmeda cueva se comunica con el exterior a través de un angosto túnel por donde puede pasar sólo una persona a la vez.

Un detector prototipo que se colocó en la cueva ya descubrió los primeros muones en la pirámide. Los físicos esperan detectar alrededor de 100 millones de partículas en un año de pruebas después de que el artefacto adecuado se instale en unos meses.

Los arqueólogos esperan que el detector de muones sea capaz de mostrar si la pirámide, además de ser el templo de la ciudad estado, también es el último sitio de descanso de uno, o tal vez, varios reyes.

La Pirámide del Sol fue probablemente un símbolo de fertilidad construido alrededor del año 80 DC en forma de montaña para contrarrestar la influencia maligna de dos volcanes cercanos que se sabe tuvieron inusuales erupciones violentas en esa época.

Nadie conoce las raíces étnicas de los habitantes de la ciudad o la lengua que hablaban porque no dejaron escritos.

Leer más de Ciencia

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Ciencia

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 79019

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx