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FACULTAD DE MEDICINA

TOMAR SOLAMENTE AGUA

DR. EDUARDO MAYET MACHADO*

Los que pasamos de los 40 años de edad recordaremos que sólo en fiestas consumíamos refrescos. Actualmente es una costumbre, de otro modo muchos manifiestan que la comida "no les sabe".

Un refresco de 2.5 litros puede contener un cuarto de kilo de azúcar. Algunas personas se preguntan por qué suben de peso si no comen mucho, pero, bebiendo también se engorda. Al ingerir un refresco frío no percibimos la cantidad de azúcar que contiene pero al tomarlos al tiempo el paladar sí percibe cuán dulce es.

Por el daño a la salud, en Estados Unidos, los senadores han propuesto un control en la venta de refrescos, ya que una lata de éste puede proporcionar casi el 10 por ciento de las calorías que requiere un niño. El colmo es cuando a las criaturas también se los da en biberón.

Otro factor perjudicial para la salud, especialmente en niños, son los colorantes artificiales que contienen los refrescos y que son sustancias que se extraen de la brea de hulla: carbón de piedra que resulta de destilación de maderas resinosas, carbones, petróleo, pizarras y otros materiales vegetales y minerales.

Es un líquido, viscoso, oscuro y fuerte olor que tiene distintas aplicaciones industriales. En los países nórdicos los colorantes artificiales no se utilizan, mientras que en Europa, Estados Unidos y América Latina varía mucho la normatividad para su uso alimentario.

Muchos de los colorantes artificiales contienen ínfimas cantidades de metales pesados como: cadmio, plomo, arsénico, mercurio debido a que proceden de sustancias geológicas. Por ello, cada país debe velar por hacer cumplir las normativas de seguridad o no permitir su uso en la alimentación.

Estudios demuestran que los colorantes artificiales causan alergias, daño en el DNA, posible inicio de cánceres y, en combinación con conservantes como el benzonato de sodio generan trastornos del comportamiento en niños; las mamás se quejan de que sus hijos están inquietos sin saber que ellas mismas pudieran estar generando esas conductas.

Lo anterior, tanto en cantidad de azúcar como en colorantes, es aplicable a los "juguitos" que dan los padres a sus hijos. Por otro lado, el gasto que genera consumiendo un refresco de 2.5 litros al día, representa casi 500 pesos mensuales que podrían utilizarse para comprar alimentos de calidad nutricional como amaranto, almendras, nueces o pistaches que sí son atractivos para los pequeños como colación a la hora del recreo.

Habrá que volver a la cultura de tomar sólo agua en las comidas y dejar los refrescos como algo ocasional. Esto se logra de manera paulatina porque un hábito se adquiere poco a poco. Hay que recordar que el agua es el alimento más importante de todos, pues nuestro cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua.

*Pedíatra. Profesor de Pediatría de la Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.

www.facultaddemedicinatorreon.blogspot.com

La próxima colaboración será de la Dra. Elsa Margarita Zúñiga Galicia, histopatóloga.

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