'San Oribe Peralta'

Es el héroe de los momentos imposibles, el que aparece siempre cuando se le necesita, el que se agranda cuando de hacer historia se trata.

Este martes, Oribe Peralta no faltó a su cita con la historia, robó un balón al equipo japonés y se imaginó un disparo que terminó en el 2-1 parcial a favor de la escuadra tricolor.

"Yo estaba muy atento a esa jugada y me dije: 'Se la voy a robar, y si se la robo, le voy a pegar al arco'", confiesa al recordar la jugada en la que le quitó el esférico al nipón Takahiro Ohgihara.

Su talento envió ese tiro al ángulo para encaminar a México hacia su primera medalla en la historia del futbol olímpico y a empezar a soñar en tono dorado.

Es el gol más trascendente en su carrera, el que le vale pasar a la inmortalidad, sin quitarle mérito al pundonor de los demás guerreros del equipo nacional.

"Representa a todo el equipo: lucha, entrega, compañerismo. Eso es lo que intentamos plasmar en la cancha", afirma el artillero.

El futbolista que se "mató" en el mítico estadio de Wembley para hacer un tanto de antología está lejos de conformarse con una plata, la cual representaría haber perdido la final ante Brasil.

El nombre del monstruo futbolístico Verdeamarelha no le inquieta ni le genera temor, al contrario, sentencia que subirse a lo más alto del podio significa vencer a quien se tiene enfrente.

"Para ser campeones tenemos que ganarle a quien sea", avisa el famoso "Cepillo".

Cuando más se sentía nostalgia por la ausencia en Londres 2012 del carismático Javier Hernández, apareció el heroísmo de cabello rebelde de Oribe Peralta.

Sin embargo, el delantero del Santos Laguna logró vencer esos fantasmas, cumplir con su labor como refuerzo y ser el guía, el referente de jóvenes hambrientos de gloria, porque se han acostumbrado a ganar todos los trofeos en disputa de los últimos años.

En el Tricolor mayor, Oribe ha recibido pocas oportunidades. Apenas tiene 10 juegos y dos tantos. Se ha visto relegado por "El Chicharito" o Aldo de Nigris. No obstante, sus actuaciones en su club en tiempos recientes hicieron obligada su presencia en el torneo olímpico.

Justo en Londres 2012 será recordado. En el torneo de futbol de la máxima justa de la humanidad ha encontrado el camino para ser recordado para siempre.

En Wembley, la catedral del balompié mundial, mandó un derechazo al ángulo para hacer vibrar a millones de compatriotas que presenciaban el duelo.

Peralta le dio un soberbio gol a México y una medalla histórica.

Pero hacerle un tanto a Japón será poca cosa, si vuelve a convertirse en el héroe nacional con un tanto para vencer a Brasil y hacer una realidad dorada, el sueño mexicano en el futbol de Londres 2012.