Mundo maya. Los jaguares son una gran atracción.
Durante seis días en plena Reserva de la Biósfera de Sian Ka'an, a 20 minutos al sur de Tulum, se emprende una expedición para buscar al jaguar, uno de los felinos más importantes y una de las deidades de la cosmogonía maya.
En grupos no mayores a seis integrantes se juega al explorador y al biólogo pero sin crear demasiadas expectativas: la posibilidad de ver al verdadero rey de la selva es remota, pero la experiencia será única y aprenderás mucho acerca del comportamiento de esta especie y cómo diferenciarlos de otros felinos como el leopardo y la pantera. La principal característica son sus rosetas (manchas) con puntos dentro de ellas, así que por muy oscuro que sea el pelaje, éstas se notan.
Las tres primeras noches se duerme en las cabañas rústicas del Centro Ecológico Sian ka'an, cercanas a la zona arqueológica de Tulum y equipadas con servicios básicos como agua caliente, baño y comedor. En este tiempo se imparten lecciones sobre la vida del jaguar. Por ejemplo: es una especie que caza de noche, posee la estructura mandibular más fuerte de todos los felinos, son solitarios y sólo se reúnen para la época del celo, la hembra es quien debe cortejar al macho, frotándose sobre piedras o troncos, da volteretas en el suelo frecuentemente y lanza gruñidos.
El itinerario incluye caminatas de cuatro horas continuas esquivando ramas, piedras, troncos y saltando pequeños cuerpos de agua. Biólogos y conocedores locales de la región acompañan la expedición para buscar pistas que la lleven a encontrar al felino: ramas dobladas, huellas, heces fecales.
SE PIDE A TODOS ABRIR BIEN LOS OJOS
En el resto del viaje se monta un campamento a la sombra de las ceibas. La humedad está a tope, así que siempre es una exigencia llevar un buen repelente para ahuyentar los moscos o mejor tomar vitamina B, el olor es molesto para ellos.
Estar en medio de la selva representa el riesgo de encontrar víboras, tarántulas, insectos y plantas venosas, el staff siempre toma unos metros de ventaja para asegurar el camino. El grupo ayuda utilizando pantalones largos, playeras de manga larga y botas altas y antiderrapantes.
Quienes han tenido la oportunidad de realizar esta aventura dicen que se ha llegado a escuchar, sólo de noche, cómo el jaguar pasa con toda su fuerza corriendo entre las ramas y sus rugidos imponentes. En caso alguno de que lo llegaran a encontrar será descansando tal vez a la orilla de una laguna o recostado sobre las hierbas, aunque no te podrás acercar demasiado. La distancia pertinente es de 10 a 30 metros para no interrumpirlo y, sobre todo, por seguridad propia. Un ataque es casi nulo, pues él al sentirse observado escapará en segundos. Las cámaras deberán estar listas para ser disparadas a diestra y siniestra.
La última noche se duerme en el hotel Ojo de Agua, justo frente al mar en Puerto Morelos. Al día siguiente puedes pasear por la playa, esnorquelear y caminar en la localidad.
El felino más grande de América
El jaguar y los Mayas
⇒ En los relatos del "Popol Vuh" el jaguar era una deidad que pertenecía al reino de la oscuridad.
⇒ Está estrechamente vinculado con las deidades del Xibalbá y las cuevas o entradas al inframundo, al poder político, a prácticas chamánicas, la agricultura, la fertilidad, la destrucción y muerte. Por ello se le consideraba un animal poderoso y peligroso.
⇒ Los mayas, como observadores del cielo, también asociaban al jaguar con la bóveda celeste por las manchas oscuras con un centro claro sobre su piel, similar a un cielo estrellado.
