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Frida kahlo, la gran artista plástica mexicana

Frida Kahlo, la gran artista plástica mexicana. ARCHIVO

Frida Kahlo, la gran artista plástica mexicana. ARCHIVO

EL SIGLO DE TORREÓN

Hija del fotógrafo húngaro-alemán Guillermo Kahlo y la mestiza Matilde Calderón y González, Frida Kahlo nacida en 1907, en Coyoacán, en el sur de la Ciudad de México, es el personaje de la semana elegido por esta casa editorial con motivo del reciente 105 aniversario de su natalicio, ocurrido el seis de julio pasado, y su próximo 58 aniversario luctuoso.

En la Casa Azul, ahora museo en su honor, vivía con su familia durante sus primeros años. Siempre tuvo una relación muy cercana y afectiva con su padre, por quien comenzó a familiarizarse con la fotografía, la cual tomó como referencia para realizar sus primeros autorretratos en lienzo.

Según datos biográficos del Portal de México, desde pequeña, con solo seis años de edad, contrajo poliomielitis en la pierna derecha. A pesar de la rehabilitación a la que fue sometida, su pierna quedó más corta y delgada.

Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria, como pocas mujeres en su época, donde estudiaron varios políticos e intelectuales como Salvador Novo (1904-1974), Xavier Villurrutia (1903-1950) y Carlos Pellicer (1897-1977), entre otros.

Poco después, en 1922, conoció al muralista Diego Rivera, mientras pintaba su primer mural en el anfiteatro Simón Bolívar de su preparatoria. Los murales fueron parte del proyecto de José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación Pública, para transformar la educación mexicana.

Fue novia de Alejandro Gómez Arias, con quien en 1925, Kahlo sufrió un accidente en un camión colectivo, el cual fue embestido por un tranvía. En el impacto un pasamanos atravesó la espalda de la pintora a la altura de la pelvis, por lo que tuvo múltiples fracturas en la clavícula, las costillas y la pierna derecha.

Desde entonces se sometió a diversos tratamientos y operaciones dolorosas ya que su columna vertebral se rompió en tres partes de la zona lumbar, lesiones de las que nunca se recuperó por completo.

Casi un año después del accidente comenzó a pintar con más frecuencia, actividad que tomó como una forma de desahogo y alivio psicológico a su dolor.

A través de la pintura reflejó sus sentimientos de angustia, dolor y sufrimiento que la aquejaron toda la vida. Hacia 1927, se recuperó, aunque no del todo, pero pudo seguir con su vida, sin embargo ya no continuó con sus estudios.

En 1928 entabló una relación de amistad con la fotógrafa italiana Tina Modotti. En esa época también rompió su relación con Gómez Arias, pintó los cuadros “Retrato de Adriana”, “Retrato de Cristina, mi hermana”, “El camión”, “Niña” y “Autorretrato con aeroplano”.

Formó parte del Partido Comunista, en esos años de revueltas sociales, y para 1929, con 22 años de edad, se casó con Diego Rivera quien tenía entonces 42. Fue una relación que en medio de encuentros y desencuentros se convirtió en algo tormentoso al paso del tiempo, según reseñaron después sus amigos.

Entre otras de sus obras de Kahlo se encuentran “Retrato de Lupe Marín” y “Autorretrato”, “Retrato del doctor Eloesse”, quien la atendió en Estados Unidos, “Frida y Diego Rivera”, un retrato de bodas y “Mi nacimiento”.

Sufrió varios abortos a consecuencia de las complicaciones de su accidente por lo que nunca pudo tener hijos y la llevó a otra intensa frustración que reflejó en sus obras como “Frida y el aborto”. Además, inspirada en sus viajes a Estados Unidos para la rehabilitación pintó “Vitrina en Detroit” y “Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos”.

Rivera tenía varias amantes lo que ocasionaba peleas frecuentes y tormentos para Kahlo, quien plasmó su dolor físico y psicológico en su famoso cuadro “Unos cuantos piquetitos”, en 1935.

Luego de la relación que tuvo Rivera con la hermana de Kahlo, la pintora comenzó a tener también varios amantes, entre hombres y mujeres.

Apoyó durante 1936 a los republicanos de la Guerra Civil Española y compartió las ideas comunistas que se divulgaban por el mundo. Así, conoció a León Trotsky (1879-1940) en su llegada a México, quien vivió dos años en la casa de la pintora.

Otras de sus obras son “Naturaleza muerta”, “Raíces”, “Pensando en la muerte”, “Columna rota”, y “Sin esperanza”, todas inspiradas en su dolor físico, así como “Diego y yo”, “El abrazo de amor del universo, la tierra (México), Diego, yo y el señor Xolotl”, muestra del amor que sintió por Rivera toda la vida.

Por otra parte, montó exposiciones en la Galería de Arte Contemporáneo y en la Biblioteca Benjamín Franklin. También fue maestra de la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda” y fungió como jurado y conferencista en varias ocasiones.

En 1953, su pierna derecha se gangrenó a consecuencia de todas las complicaciones, y tuvo que usar más de 25 corsés ortopédicos por el desgaste de su columna. En su dibujo a lápiz, “Fantasía”, retrata el dolor de estos aparatos.

Kahlo, luego de que participó en una manifestación por la destitución de Jacobo Arbenz en Guatemala, una bronconeumonía agravó su salud y murió el 13 de julio de 1954.

En compañía de personajes importantes de la política y la cultura de la época, fue velada en el Palacio de Bellas Artes y más tarde cremada en el Panteón Dolores de la capital mexicana.

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