Jóvenes escritores expresan el significado de este género en el Día de San Valentín.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Dicen que todos podemos ser poetas. Que sólo es cuestión de ver el mundo de una manera diferente a lo común, a lo convencional. ¿Quiénes lo aseguran? Los mismos que escriben versos y prosas, ellos y ellas que en ocasiones hablan de amor, pero en otras no tanto.
La poesía no es del todo romántica. En ocasiones es trágica, dramática, erótica, apasionante. El estilo es independiente del escritor, el objetivo es general: expresar los sentimientos a través de las palabras.
“La poesía es un cambio de visión, como si hubiera llegado una mujer que me impactó, a partir de ahí comencé a leer y escribir versos, me metí de fondo”, explica Daniel Maldonado, joven lagunero quien desde hace cuatro años inició a redactar este género literario.
Él tiene 25 años y diserta aún más sobre el tema: “Las rimas son para mí la síntesis de la visión del mundo, es tratar de gozar un poco lo que tienes al instante y que todo va dentro de un ramal de causas y consecuencias”.
Las definiciones se vuelven más complicadas, casi como el amor en ocasiones lo es. Ivonne Gómez Ledezma refuerza lo expresado por su homólogo: “La poesía es la vida, es la búsqueda de darle significados distintos a todas las cosas, las que se observan todo el tiempo y parecen normales”.
Este tipo de textos no siempre van enfocados al amor, pero siempre han servido para demostrarle a los demás los distintos sentimientos que se tienen por ellos, de manera especial el Día de San Valentín.
Sin embargo, la comprensión de las personas debe ir más allá de lo romántico. No todos los versos son escritos por la inspiración del amor. Hay algunos de desamor, “curiosamente éstos son los que tienen una mejor aceptación en los lectores. Hay veces en que la gente se acuerda más de un poema trágico de amor que uno netamente de amor”.
Durante años, ésta ha sido una de las maneras más emotivas de expresar los sentimientos, sobre todo entre las parejas, ya sea en noviazgos, matrimonios o cuando apenas comienza el cortejo. En la actualidad no es la excepción, aunque ya no es con la misma frecuencia.
Arturo Robles Quiroz tiene 27 años y es egresado de la carrera de sicología en la Universidad Autónoma del Noreste (UANE) . Asegura que la manera en que empezó a interesarse por los versos no fue la más ortodoxa: “Yo inicié con los comics, pero he visto que desde siempre se han escrito poemas”.
Aunque los textos de amor no son sus preferidos, asegura que “no han pasado de moda los poemas, lo único que cambian son los estilos y las formas de tratarlos”.
Para poder versar de manera romántica, “hay que recrear cada componente de la relación: la cercanía, la presencia, los sentidos, la forma en que cada quien ve al amor como algo único y definitivo”, recomienda Daniel Maldonado.
El 14 de febrero puede representar la oportunidad de muchos laguneros y laguneras para incursionar en el mundo de la poesía, sólo basta la decisión, los foros existen y la inspiración también.
De mujeres...
La poesía es uno de los géneros literarios más equilibrados entre hombres y mujeres. En este ámbito, la apertura se refleja de la misma manera entre uno y otro sexo. Aquí no hay discriminación alguna, tampoco hay preferencias; sólo existe el gusto por disfrutar los escritos.
Ivonne Gómez Ledezma es una poetisa joven, apenas tiene 24 años de edad. Ella inició a escribir hace cuatro años. Es lagunera. Su ánimo no decae: “Los foros están abiertos para todos y todas, hay un equilibrio, la gente reconoce los buenos poemas, no importa si son hombres y mujeres”.
Los paradigmas no se han roto del todo. “Mucha gente cree que cuando una fémina escribe va a ser muy cursi su trabajo, porque nos tienen catalogadas con otras funciones; la única disparidad es que nosotras no nos animamos tanto como ellos para difundir nuestros poemas”.
El campo de la poesía es tan noble que cualquiera puede incursionar en él: “toda persona, del sexo que sea, puede escribir este género literario, siempre y cuando vea de una manera distinta el mundo”.
La poetisa asegura que la calidad de los poemas no depende de quienes los escriban, “hay ocasiones que lees y no te das cuenta si lo realizó un hombre o una mujer. La única forma de saber es que en el escrito vaya explícito para quién va dedicado o viendo el nombre del autor”.
