Buscan su futuro. Muchos niños esperan ser adoptados por alguna pareja.
María Teresa Araiza Llaguno, procuradora de la Familia en Coahuila, dio a conocer que a nivel estatal un total de 900 niños hay en los diferente albergues, los cuales están en espera de ser adoptados por un matrimonio.
Según María Teresa Araiza Llaguno, muchos de los niños son internados por sus propios padres, quienes los visitan los fines de semana, ya que por diversas razones algunos matrimonios presentan problemas en sus hogares y no pueden hacerse cargo de ellos.
Asimismo, la procuradora de la Familia en Coahuila, dijo que se tienen alrededor de unas 50 demandas de pérdida de patria protestad, por lo que se está en el proceso de liberarlos jurídicamente y que los niños sean adoptados por matrimonios que les puedan proveer de una familia.
"A mediados del año se van a obtener algunas sentencias para estar en las posibilidades de dar en adopción a los pequeñitos, lo que para nosotros es muy satisfactorio", aseguró.
Señaló que hay muchos matrimonios interesados en adoptar a un niño o niña, prueba de ello es que las personas están acudiendo a las diferentes delegaciones pertenecientes a la dependencia, para ser sometidos a los estudios pertinentes y valoraciones para hacer sustentable la acción de adopción de un menor.
"Adoptar a un pequeño es una loable labor de aquellas parejas que no pueden procrear hijos. A estas personas es necesario aplicarles una serie de exámenes desde psicológicos hasta económicos para asegurar que verdaderamente van atender bien a los pequeños", indicó.
Por último, subrayó que en los albergues hay desde bebés, hasta niños más grandes que han sido abandonados por sus propios padres biológicos, por lo que se busca acomodarlos con una pareja que los quiera como a hijos propios y los apoye en todas las formas de su vida.
