SERÍA IMPOSIBLE que México soportara otros seis años de lo mismo. La presencia que el PAN ha tenido en Los Pinos estos últimos doce años han transformado al país; pero para mal. Lo que se inició como una esperanza de cambio y renovación festinada con algarabía frente a la glorieta del Ángel de la Independencia por miles de mexicanos, terminó finalmente en un triste fracaso.
NO ES NECESARIO ser un estudioso de la cosa pública para ver lo que ha quedado del país bajo las dos administraciones panistas. No hace falta ser un ciudadano opositor al sistema político y social que abandera el partido azul, para darse cuenta de que las cosas les han salido muy mal y que los platos rotos los pagan los más desposeídos.
PRIMERAMENTE, el crecimiento de la economía cayó al 1% anual. El desempleo y la falta de oportunidades se proyectaron a cifras pocas veces antes vistas en el país. El manejo de la vida política de la nación bajo el presidente Vicente Fox se relajó en una interminable lista de chistoretes que minaron a la institución presidencial. Las conductas frívolas y las conyugales interferencias al interior de las decisiones que se tomaban en Palacio Nacional por parte de Martha Sahagún, transformaron la presidencia del ejecutivo en una larga juerga de caprichos y dispendios.
ASÍ LAS COSAS, cada día que pasaba, los mexicanos tenían menos confianza en el sistema que querían imponer los azules para gobernar y administrar el país. Muchos trataron de justificar el desorden económico y administrativo en su falta de experiencia como nuevos gobernantes; pero con el paso del tiempo la sociedad se dio cuenta de que no era especialmente falta de experiencia lo que tenía postrado al país: Era la total incapacidad para gobernar un país del tamaño del nuestro. En solamente doce años caímos de ser la 9ª economía del mundo, entre más de 200 naciones, a ser la 14.
EL NÚMERO DE MEXICANOS en pobreza extrema según los datos proporcionados por el Inegi, se incrementó de 25 millones de pobres en 2000 a 45 millones en 2012. Esto es, bajo los gobiernos panistas casi se duplicó en doce años la ya de por sí terrible pobreza que existía en México.
Nuestro país siempre se había distinguido como una nación líder y respetada en el continente latinoamericano y por todos los gobiernos del mundo. Teníamos una política internacional que era ejemplo y norma de conducta en los foros mundiales y de solución ante los conflictos internacionales. Por desgracia toda aquella política internacional fue destruida y terminó con aquel famosísimo: "Comes y te vas" que Fox le espetó a Fidel Castro.
POR OTRA PARTE, el panismo desmanteló todos los programas y sistemas de apoyo a la producción agrícola y agropecuaria; Los precio de los combustibles y de la energía eléctrica vienen sufriendo aumentos porcentuales cada mes ante el azoro e impotencia de millones de mexicanos. El terrible problema de la inseguridad y la criminalidad que asuela al país, también arrancó desde los principios del sexenio foxista; aunque es de reconocerse que aquella no es una consecuencia imputable única y exclusivamente a los gobiernos federales panistas. la verdad es que no han sabido resolver ese problema y que además, han carecido de propuestas o alternativas diferentes para atacarlo.
EL SENTIR GENERAL DE LA NACIÓN respecto de los dos últimos gobiernos federales panistas, es de una total desilusión y descontento. Los problemas ancestrales, profundos y que de siempre han afectado a México, no fueron, ya no digamos ni siquiera atenuados por los gobiernos panistas; por el contrario, muchos de ellos crecieron, tal es el caso de la falta de empleo y de oportunidades para los jóvenes recién egresados de universidades e institutos tecnológicos.
LA MISMA CANDIDATA del PAN a la presidencia de la república Josefina Vázquez Mota, parece reconocer todo lo malo que ha hecho su partido estos últimos doce años, cuando pregona como su lema de campaña "Un México Diferente" y la necesidad de un gran cambio. Esto no es otra cosa, que el público reconocimiento del fracaso de su partido en el poder y la necesidad de cambiar las políticas públicas seguidas durante los dos últimos sexenios panistas. Este tipo de planteamientos nunca se había estilado como propuesta por parte de un partido en el poder. Los partidos en la oposición como el PRD o el PRI, sí podrían demandar un cambio en las políticas impuestas por el gobierno que pretenden sustituir; ¡¿pero el PAN?!
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