Barcelona (España), (EFE).- La escritura nació en Mesopotamia a finales del cuarto milenio antes de Cristo, como una necesidad administrativa coincidiendo con la creación de grandes ciudades y sus templos, como Babilonia, según ha explicado el historiador italiano Mario Liverani.
Catedrático de Historia Antigua del Próximo Oriente de la Universidad La Sapienza de Roma, Liverani, que ha estado en Barcelona invitado por el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa, ha dicho en declaraciones a EFE que "tanto en Mesopotamia como en Egipto, el nacimiento de la escritura guarda una relación muy estrecha con la administración y la economía del Estado".
La aparición de los primeros testimonios escritos hacia 3.200 antes de Cristo en la Baja Mesopotamia, en los que se refieren asuntos sobre la agricultura o el cuidado de los animales, permitió, recuerda Liverani, "reducir la realidad a varios ítems, algo que no era necesario en un pequeño pueblo, pero sí en una ciudad para una correcta aplicación de las normas".
Según el historiador, la escritura fue el modo que tuvo la gente que estaba a cargo de la administración de dar pruebas de que su comportamiento era el correcto, así como la herramienta para dejar las normas y el legado a las futuras administraciones.
Los estudios de las tablillas que los arqueólogos han podido recuperar han permitido comprobar que "en dos siglos hubo una revolución real que coincidió con la aparición del Estado y de la escritura", ha comentado Liverani, quien asegura que "el volumen de la economía de aquella civilización era tan grande que habría sido imposible gobernarla sin la escritura".
Al contrario que en otras lenguas que continúan como un misterio para lingüistas y arqueólogos como el íbero (lengua que se hablaba en España antes de la llegada de los romanos), en Mesopotamia, subraya Liverani, "los eruditos lo han tenido más fácil por la existencia de textos escolares, pequeñas tablillas que recogen listas con nombres de pájaros, piezas de vestir y todo tipo de vocablos, de las que conservamos de todas las épocas".
Con estos "diccionarios", los especialistas han podido descifrar todos los textos, incluidos los más antiguos, que son los más difíciles.
Las tablillas escolares formaban parte de la formación de los futuros escribas, "un pequeño segmento de la población que sabía leer y escribir y que formaban una suerte de aristocracia en el conjunto de la sociedad".
Los primeros textos no administrativos, es decir, con una función estética o creativa, "comenzaron unos cuatro siglos más tarde", sostiene Liverani.
En su opinión, "aunque esa datación podría ser consecuencia directa de la falta de documentos arqueológicos, en realidad creemos que los textos literarios necesitaban de signos más complejos que un documento económico, por lo que pensamos que la función creativa de la escritura fue posterior a la administrativa".
El fenómeno observado en Mesopotamia, también se ha comprobado, añade el catedrático italiano, en otros lugares como en China, "donde el nacimiento de la escritura se produjo mucho más tarde, pero ante las mismas necesidades administrativas".
