Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de la campaña presidencial del PRI, dijo que la disolución de la alianza electoral con Nueva Alianza (Panal) se debe a que "valoramos nuestras fuerzas internas, y se fue demostrando que lo más conveniente es ir con nuestras propias fuerzas".
Afirmó en entrevista que la disolución se llevó a cabo en términos de respeto a los liderazgos, y en ello "nada tiene que ver con prestigios o calidades de dirigencia".
Lo más conveniente para el PRI era ir por su propia cuenta, y con absoluto respeto a la dirigencia y a la militancia del Panal, agregó el priísta.
Ir por separado, "nos resultaba más benéfico a las dos partes", dijo Ramírez Marín.
Un día después de la disolución, la relación entre los liderazgos de ambos partidos "es todo lo amable y amistosa que puede ser antes de una competencia, en la que el Panal va a ir por las mismas posiciones que nosotros".
Dijo que ambas partes "quedamos en los términos de respeto, cada uno defendió con firmeza sus posturas".
La salida de Humberto Moreira de la presidencia del PRI, no influyó en la disolución, pues a lo largo de los días los priístas valoraron que lo más conveniente era ir con sus propias fuerzas.
Las críticas en el PRI por las posiciones compartidas, "no tienen una influencia directa", en la disolución, ya que se trata de una "decisión de carácter general", en una distribución de candidaturas que siempre se traduce en un proceso complicado para el PRI, y del que saldrá con más fuerza.
Referente a esta decisión contiene una crítica a Elba Esther Gordillo, principal personaje en el Panal, Ramírez Marín dijo que "de ninguna manera". La disolución "es una cuestión estrictamente de números y electoral".
De esa manera, "en cada momento de la negociación, ratificamos nuestro respeto al sindicalismo y a los liderazgos que han elegido".
