Es casi seguro que un pozo en el noreste de Ohio utilizado para disponer de aguas residuales de perforaciones para extraer petróleo y gas ocasionó una serie de 11 sismos de baja intensidad en el área de Youngstown desde la primavera pasada, dijo el lunes un sismólogo que investiga los movimientos telúricos.
La investigación continúa sobre el ahora obturado pozo de inyección en Youngstown y la actividad sísmica, pero podría tomar un año para que se disipen los estruendos de tierra relacionados con las aguas residuales, dijo John Armbruster, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, en Palisades, Nueva York.
Las aguas residuales con alto contenido de sal arrojadas a los pozos provienen de operaciones de perforación, incluido el proceso de fractura hidráulica de rocas para extraer gas de esquisto subterráneo, lo cual ha sido una fuente de preocupación entre grupos ambientalistas y algunos propietarios de inmuebles.
Además se sospecha que pozos de inyección han ocasionado sismos en Arkansas, Colorado y Oklahoma, señaló Armbruster.
Miles de galones de salmuera fueron inyectados diariamente al pozo de Youngstown que abrió en el 2010 y operó hasta que su propietario, Northstar Disposal Services LLC, acordó el viernes dejar de inyectar el residuo al suelo como medida de precaución mientras las autoridades evalúan cualquier vínculo potencial con los sismos.
Después del sismo más largo y más reciente, ocurrido el sábado, de magnitud 4,0, funcionarios estatales anunciaron su creencia de que la inyección de aguas residuales cerca de una falla tectónica había creado suficiente presión para causar actividad sísmica.
Señalaron que cuatro pozos inactivos dentro de un radio de ocho kilómetros (cinco millas) del pozo de Youngstown permanecerían cerrados. Pero también subrayaron que los pozos de inyección son diferentes a los pozos de perforación que emplean la fractura de rocas.
Armbruster dijo el lunes que espera que ocurran más sismos a pesar del cierre del pozo de Youngstown.
