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BOGOTÁ.- El delantero colombiano Geovanny Córdoba se debatía ayer entre la vida y la muerte luego de que resultó herido por la descarga de un rayo cuando entrenaba con su equipo, Deportivo Cali, en un incidente en el que murió el volante Hermann Gaviria.
"El paciente Geovanny Córdoba se encuentra hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos, permaneciendo aún en condiciones críticas", informó en un comunicado la Clínica Valle del Lilí, en donde permanece hospitalizado.
Córdoba, de 24 años, fue el sobreviviente más afectado por el rayo que cayó el jueves en la tarde cuando el Cali entrenaba en su sede deportiva ubicada al sur de la ciudad del mismo nombre, capital del departamento del Valle, 250 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El ágil atacante, quien ha marcado 51 goles en 173 partidos, es una de las jóvenes figuras del futbol colombiano.
La descarga eléctrica también causó heridas a los futbolistas Geovanny Hernández, Carlos Alvarez y Mauricio Espinosa, quienes se encuentran fuera de peligro y serán dados de alta en las próximas horas.
El hecho enlutó el futbol en Colombia, un país donde ese deporte es una especie de válvula de escape a la realidad del conflicto interno que deja miles de muertos al año y a los graves problemas económicos y sociales como la pobreza y el desempleo.
"Ahora la naturaleza nos causa este luto en algo tan caro al alma de los colombianos y a la alegría de nuestro país como es el futbol y sus estrellas", dijo el presidente colombiano Álvaro Uribe, visiblemente triste, al lamentar el incidente.
Cali, dirigido por el técnico argentino Óscar Quintabani, es el líder del campeonato Finalización y un firme aspirante al título.
Mientras, el cuerpo de Gaviria, el experimentado volante de 33 años que formó parte de la selección de futbol de Colombia que participó en el Campeonato Mundial de 1994, fue trasladado a Medellín, por disposición de sus familiares.
El sepelio del futbolista, quien jugó en Nacional, Tolima, Bucaramanga y en la liga de Japón, se cumplirá el sábado.
Gaviria, apodado "Carepa" en honor a su pueblo natal del departamento de Antioquia, estaba casado y era padre de dos hijas.
Cientos de seguidores del Cali se congregaron en las afueras de la funeraria donde permaneció varias horas el cadáver del deportista y repetidamente corearon su nombre al son de cánticos de las barras de ese equipo colombiano.
Cali solicitó a la División Mayor del Futbol colombiano la postergación de sus próximos dos partidos, contra el Tulúa y el América.
