La negociación con los bancos acreedores elevó la deuda pública de Coahuila a 35 mil 631 millones de pesos, casi dos mil millones de pesos más que el monto que el Congreso reconoció en agosto, revelaron los encargados de las finanzas estatales.
En su comparecencia para la glosa del Sexto Informe de Resultados, el titular del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila (Satec), Ismael Ramos, y el tesorero del Estado, Jesús Ochoa, dieron detalles sobre el pago de la deuda, pero no explicaron a qué obras o servicios fue destinado el dinero.
Ochoa dijo que el costo de la renegociación elevó la deuda a 35 mil 631 millones, cuando el Congreso había autorizado una reestructuración por 33 mil 867 millones.
La deuda se divide en tres partes: un fideicomiso maestro por 33,660 millones, un crédito con Banco del Bajío por 1,311 millones y otro con Banobras por 660 millones.
Sin embargo, ni Ochoa ni Ramos dieron detalles sobre el destino de la deuda, por lo que la glosa del Sexto Informe no reveló las inversiones que hizo el gobierno estatal con los créditos.
Ramos dijo que hasta septiembre se habían ejercido 24 mil de 31 mil millones de pesos.
